Fue a través de un comunicado del Palacio de Itamaraty, la sede de la cancillería brasileña. La postura está en línea con la declaración del mandatario estadounidense, Donald Trump.

El gobierno de Brasil afirmó que fue «el rechazo popular» y no un golpe de estado lo que provocó la renuncia del presidente Evo Morales en Bolivia y anunció que está a disposición para «colaborar con las autoridades interinas» del país vecino.
Lo informó a través de un comunicado del Palacio de Itamaraty, la sede de la cancillería brasileña, en el cual el gobierno del presidente Jair Bolsonaro sostuvo que la renuncia de Morales «abre el camino para la preservación del orden democrático», en línea con la declaración del mandatario estadounidense, Donald Trump.
«El gobierno brasileño rechaza completamente la tesis de que habría un golpe en Bolivia; el rechazo popular tras el intento de estafa electoral, que favorecería a Evo Morales, llevó a su desligitimación como presidente con el consecuente clamor de amplios sectores de la sociedad boliviana por su renuncia», indicó la nota.
En otro párrafo, la cancillería de Brasil indica que «el proceso constitucional está siendo preservado en forma integral en Bolivia».
El 3 de mayo el canciller brasileño, Ernesto Araújo, recibió al líder cívico boliviano Luis Camacho en su despacho del Palacio de Itamaraty, en el marco de la campaña que realizaba contra la tercera reelección de Morales.
Brasil, dijo el comunicado, está preparado para «contribuir con las autoridades interinas de Bolivia de modo de contribuir a una una transición pacífica, democrática y constitucional».