Las autoridades sostienen que la variante posee «múltiples mutaciones» que pueden interferir en la respuesta inmunológica y potenciar la capacidad de expansión del virus
Autoridades sanitarias del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles (NICD) de Sudáfrica confirmaron este jueves la detección de una nueva variante de coronavirus, identificada como B.1.1.529. La infección posee «múltiples mutaciones» y avanza en uno de los países más afectados por la pandemia.
En un comunicado oficial, el NICD señaló que hasta el momento se detectaron y confirmaron 22 casos de la variante. Para los expertos, la complejidad de esta nueva cepa radica en que sus mutaciones podrían permitirle evadir la inmunidad.
Los primeros casos aparecieron en Botswana el pasado 11 de noviembre. Tras esto, el virólogo londinense Tom Peacock publicó información en un foro de intercambio de secuencias y en la red social Twitter. En respuesta, las autoridades sudafricanas oficializaron el hallazgo, con el fin de disipar rumores.
La cepa B.1.1.592 cuenta con 32 mutaciones en la proteína de pico, la parte del virus que utilizan la mayoría de las vacunas para preparar la respuesta inmunológica. Según especialistas sudafricanos, estas dificultan al organismo poder atacar efectivamente al patógeno y podrían potenciar la capacidad de expansión del virus.
“La variante nos sorprendió, tiene un gran salto evolutivo y muchas más variantes de las que esperábamos; especialmente después de una tercera ola de delta muy severa”
Tulio de Oliveira. Virólogo y miembro de la Plataforma de Innovación en Investigación y Secuenciación de KwaZulu-Natal
No obstante, las autoridades se muestran optimistas de poder combatir una cepa que ha sido detectada de manera «muy temprana».
Primera línea y vacunación
Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), apenas 27% de los trabajadores de la salud africanos completaron su esquema de vacunación contra el coronavirus, lo que evidencia el lento avance de la inmunización no solo entre la población africana, sino también entre los empleados que están en la primera línea frente a la enfermedad.
El organismo internacional reclamó que las vacunas lleguen a África y abogó por reforzar la confianza de la población en los fármacos, ya que estudios recientes muestran que solo el 40% de los trabajadores sanitarios de Ghana y menos del 50% en Etiopía estuvieron dispuestos a vacunarse.
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