Cuestionado internacionalmente por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi y por la guerra en Yemen, el heredero de la corona logró reuniones y fotografías con los más importantes jefes de estado de la cumbre en Buenos Aires
Pese a estar en la mira por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, lo que parecía que podría haber sido una pesadilla terminó siendo un éxito diplomático para el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman.
Salman no desaprovechó ni un minuto de su estadía en Buenos Aires, donde mantuvo importantes reuniones y tiene programadas varias más para el día sábado. Los principales líderes mundiales, por su parte, le dieron la bienvenida evitando aislarlo en este viaje, el primero que realiza desde que el periodista del Washington Post fue asesinado en el consulado de Estambul.
Al príncipe, de 33 años, se le vio conversando con el presidente Donald Trump y con su hija Ivanka, y estrechó manos con el mandatario francés Emmanuel Macron.
En el pasado Trump ha dicho que no tiene certezas de que el príncipe haya ordenado el asesinato de Khashoggi, y que respalda la alianza entre Estados Unidos y Arabia Saudita.
El saludo más efusivo durante la cumbre lo recibió del presidente ruso Vladimir Putin, al encontrarse para la foto de familia de la cumbre que se realiza este fin de semana en Buenos Aires, en medio de versiones de que ambos países han llegado a un acuerdo para recortar su producción petrolera.
La imagen de ambos, sonrientes, chocando palmas y dándose un fuerte apretón de manos, se hizo viral en pocos minutos y recorrió el mundo.
En el breve intercambio que mantuvieron, Macron le expresó a Salman el deseo de los europeos de que expertos internacionales participen en la investigación del asesinato del periodista. También hablaron sobre «la necesidad de una solución política» en el conflicto de Yemen, según la presidencia francesa.
Sin embargo, en un video en el que se escucha la conversación que mantienen en inglés se escucha una conversación más que amistosa en la que Macron parece brindarle su respaldo.
«No te preocupes», se le llega a escuchar a Salman, ante lo que Macron responde: «Sí me preocupo». «Nunca me escuchas», reclama más adelante Macron, sin llegar al extremo de lucir enojado, pero manteniendo su reproche. «Te escucho, por supuesto», se ataja Bin Salman. Hacia el final de la charla, el líder francés le aseguró que es «un hombre de palabra».
Otro que parece haberle dado su respaldo es el primer ministro indio, Narendra Modi, quien en la tarde del viernes compartió en sus redes sociales que había tenido «un fructífero intercambio» con Mohamed bin Salman.
«Discutimos sobre múltiples aspectos de las relaciones entre India y Arabia Saudita y las formas de impulsar aún más los lazos económicos, culturales y energéticos», dijo Modi.
Por último, durante la tarde del sábado, Mohamed bin Salman mantuvo un encuentro privado con el chino Xi Jinping al margen de la cumbre de mandatarios.
La primera ministra británica, Theresa May, anunció de su parte que tendrá una reunión con Salman en la que abordará tanto el crimen de Khashoggi como la guerra en Yemen, país donde millones de personas están al borde de la inanición, en lo que Naciones Unidas ha calificado como la peor crisis humanitaria del mundo.
«Arabia Saudita tiene que garantizar que la suya será una investigación completa, creíble, transparente, y que se podrá tener confianza en sus resultados así como en que los responsables rendirán cuentas», dijo May.
También la cancillería argentina manifestó que esperan que el presidente Mauricio Macri se reúna con el príncipe durante el día sábado. «Entiendo que mañana podría haber un diálogo entre el príncipe heredero y nuestro presidente en función de los horarios que ambos tienen para las bilaterales», explicó el canciller Jorge Faurie.
Khashoggi, un periodista crítico de Riad y quien era columnista del diario The Washington Post, fue asesinado y presuntamente descuartizado el 2 de octubre pasado en el consulado saudita de Estambul.
Riad niega que el palacio haya autorizado el crimen, pero un análisis de la CIA filtrado por la prensa estadounidense señaló como último responsable al príncipe heredero.
Sin embargo, el secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo dijo que no hay evidencia directa que vincule a Salman con el crimen.
«Yo creo que leí todos los informes de inteligencia que llegaron en las últimas horas. Los leí todos. No hay ningún elemento directo que vincule al príncipe heredero con la orden dada de asesinar a Jamal Khashoggi«, dijo Pompeo a la prensa en Washington tras una audiencia a puerta cerrada en el Senado hace dos días.