Para evitar el riesgo de contagios que podría significar esta actividad, se decidió suspenderla y, en cambio, se invitó a que ese día se haga una oración “en el templo, en la parroquia o sencillamente en la casa”., según informó el Arzobispado de la Ciudad de Buenos Aires
Debido a la pandemia del coronavirus que afecta también a la Argentina, este año no se realizará la tradicional Peregrinación a Luján, la cual estaba prevista, como siempre, para el primer fin de semana de octubre y que suele reunir a miles de fieles que llegan a pie hasta la iglesia ubicada en este partido bonaerense para homenajear a la Virgen.
“Siempre para esta fecha se va acercando el día de la Peregrinación a Luján y ya nuestro corazón y nuestra mente se va preparando para peregrinar al santuario nacional de la fe, pero creo que todos advertimos que este año es distinto, ¿no?”, comenzó diciendo el arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Mario Poli, a través de un video que publicó en las redes sociales.
El líder religioso explicó que en esta ocasión “todos los servicios (de la Iglesia) están afectados por el COVID-19 y no se podría prestar ninguna asistencia durante el camino″, por lo que se decidió suspender esta actividad y, en cambio, invitó a los creyentes a que ese día hagan una oración “en el templo, en la parroquia o sencillamente en la casa”.
“Queríamos decírselo porque sabemos que algunos de ustedes, a pesar de las circunstancias, seguramente tienen alguna promesa que cumplir por una gracia recibida de la Virgen y también para pedir por una circunstancia especial que está atravesando un familiar o amigo”, manifestó Poli en el mensaje difundido por Facebook.
En este sentido, el arzobispo les solicitó a los fieles “que cambien esta promesa» y destacó que “seguramente” esta tradicional movilización se va a retomar «el año que viene, con toda la fiesta, con una peregrinación hermosa para rendirle nuestra devoción” a la madre de Jesús.
“En este tiempo en que nos tenemos que cuidar todos y cuidar a los demás, seguramente la Virgen va a tomar el cumplimiento de las promesas en la forma en que nosotros lo hagamos: podemos hacer una oración ante una estampa, ante una imagen, en una capilla del barrio, en el templo, en la parroquia, en algún oratorio o sencillamente en nuestra casa”, señaló.La peregrinación que se hace habitualmente llega hasta la Basílica de Luján. (Lihueel Althabe)
El cardenal también se refirió a la pandemia que está afectando a varios países y remarcó que “en este tiempo” es importante rezar “muy especialmente para que Dios por medio de la santísima Virgen nos libre de este flagelo que estamos padeciendo los argentinos y toda la familia humana”.
“Hemos visto por televisión el cansancio que tienen aquellos que están en la primera línea: los médicos, los enfermeros, los administrativos de hospitales y de clínicas están muy agotados; vamos a sostenerlos con la oración, poniendo el mismo corazón que sabemos poner durante la marcha”, resaltó.
El arzobispo también pidió rezar “especialmente por la gente que ha perdido el trabajo», ya que «sabemos que hay mucha gente que la está pasando mal y, entonces, la solidaridad nos llama a pedirle a Dios para que nos dé una mano”.
“La Virgen siempre nos escucha. Por eso queríamos decirles que este año la peregrinación no se hace de la forma que habitualmente se ha hecho. Sepan ustedes que tenemos que orar mucho, pero en nuestras casas. Queríamos acercarnos con eso”, resumió Poli, antes de cerrar el mensaje con una oración.
El año pasado, en plena época de elecciones, la movilización a Luján se realizó bajo el lema “Madre, ayúdanos a unirnos como pueblo” yconvocó a miles de personas que partieron desde temprano hacia la Basílica ubicada en este partido bonaerense, llevando distintas imágenes religiosas y una vela que los asistentes prendieron después de la medianoche.