Luego de que en la Clínica Santa María entregaran un cadáver por error y tras otra denuncia de retraso en la entrega de dos cuerpos, Salud pedirá un informe

El accionar de la Clínica Santa María con el protocolo de la entrega de cadáveres de pacientes que fallecieron allí está ahora en la mira del Ministerio de Salud, desde donde pedirán un informe para conocer detalladamente qué ocurrió con el caso en el que se confundieron de cadáver y lo entregaron a una familia cuyo familiar está vivo, y también con la muerte de dos ancianos de una misma familia, cuyos cuerpos llevan más de 10 días en la morgue del lugar.
Estamos investigando las actuaciones y vamos a pedir un informe a través de Asesoría Letrada. Una vez que tengamos esa documentación veremos qué es lo que corresponde hacer», confirmó el subsecretario de Salud, Oscar Sagás.
Luego de que se conociera el grosero error por el cual en la Clínica Santa María le entregó a los familiares de María Dora Garro un cuerpo que no era el de ella, ya que la mujer no sólo está viva, sino que ya ni si quiera tiene coronavirus, que es lo que figuraba en su fallida acta defunción; este lunes se conoció el caso de otra familia que hace más de 10 días espera que le entreguen los cuerpos de dos ancianos, familiares entre sí, que fallecieron en el mismo centro asistencial.
«Mi papá Jorge Atencio (77) falleció el viernes 4 de setiembre y mi tía, Elina Araujo (83) el domingo 6 de setiembre, y en ambos casos hubo irregularidades que nos llevaron a denunciar la situación en la Justicia. A mi papá nunca le dieron los medicamentos que le compramos, porque me los devolvieron cerrados como se los había entregado, y encima le perdieron el DNI y mi tía supuestamente se les cayó y terminó con la cara desfigurada. Antes que ellos falleció otra tía y me dieron el certificado de defunción de otra persona. Además ahora, con lo que pasó yo no sé si el cuerpo que entregaron equivocadamente es el de alguno de ellos», resalta con el dolor de quien no puede entender lo que sucede, Alejandro Atencio, hijo y sobrino de los dos ancianos que fallecieron en la clínica de Ciudad.
Esta sucesión de denuncias y errores obligaron al Ministerio a tomar cartas en el asunto, aunque ahora el caso se dirima en la Justicia.