Hoy se cumplen 25 años del trágico momento en el que una bomba estalló en la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en Buenos Aires. El edificio de la calle Pasteur 633 se vino abajo. Fueron 85 personas las que murieron y otras 300 sufrieron heridas.
Con el hecho que conmocionó a la Argentina y a la comunidad internacional, se abrió una causa judicial que hoy tiene 300.000 fojas, de las que sobresalen la impunidad y el dolor. Pero toda la sociedad mantiene un firme reclamo de esclarecimiento y justicia.
Además, el 25° aniversario de la masacre llega precedido por un decreto del presidente Mauricio Macri que dispuso crear un registro de acusados por terrorismo, que será confeccionado por el Ministerio de Justicia y en el que, se anticipó, será incluido el proiraní Hezbollah (Partido de Dios), a cuyo brazo armado se atribuye el atentado.
El gobierno argentino expresó su «firme compromiso con la lucha contra la impunidad y la búsqueda de memoria, verdad y justicia», también indicó que «el esclarecimiento de lo sucedido en este terrible atentado es una causa compartida por todos los argentinos» y que el país «no cesará en su objetivo de lograr que todas las personas involucradas en el feroz ataque comparezcan ante los tribunales argentinos».
El Palacio San Martín, que conduce Jorge Faurie, reiteró su «condena enérgica y permanente al terrorismo y a la violencia en todas sus formas».
«El Gobierno y el pueblo argentinos tienen la firme convicción de que aquellos que promueven el terror no podrán vencer, porque jamás cederemos al olvido y a la impunidad», agrega el comunicado.
Por último, señala que en este nuevo aniversario, la Cancillería, junto al Congreso Judío Mundial, organizó actos conmemorativos en 20 capitales alrededor del mundo a fin de «conmemorar a las víctimas y mantener viva la memoria».