Se trata del principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares, que hoy son la primera causa de muerte.
La hipertensión arterial (HA) es una enfermedad peligrosa, constituida como el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares, que hoy son la primera causa de muerte.
Sin embargo, existe una gran disparidad en el número de personas que conocen su condición de hipertenso, los que reciben tratamiento y no están controlados y los que reciben tratamiento y están controlados.
La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo para padecer y morir como consecuencia de un evento cardiovascular de forma prematura y es la segunda causa de discapacidad en el mundo. También es la principal causante de la enfermedad isquémica cardiaca y del accidente cerebrovascular. Otras complicaciones no menos importantes derivadas del mal control de la presión arterial son la cardiopatía dilatada, la insuficiencia cardíaca y las arritmias.
Esta enfermedad -que afecta a un tercio de la población adulta– se produce por el aumento de la fuerza de presión que ejerce la sangre sobre las arterias de forma sostenida. No da síntomas durante mucho tiempo y, si no se trata, puede desencadenar complicaciones severas como infarto de corazón, accidente cerebrovascular, daño renal y ocular, entre otras complicaciones.
“La Argentina es un país donde hay mucha frecuencia de presión elevada, más conocida como hipertensión arterial. El 35% de la población tiene HA, el 12% tiene diabetes y más del 30% tiene colesterol. La Hipertensión se asocia a la diabetes y así se duplica el riesgo de padecer un problema cardiovascular”, explicó el doctor Gabriel Waisman, ex presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial.
Y agregó: «Lo primero que tiene que hacer el paciente es controlar todos sus parámetros de salud en una consulta médica. Controlarse la presión arterial y medir en laboratorio las variables de glucosa en sangre, el colesterol bueno (HDL) y malo (LDL), las grasas».
Según estadísticas, el 68% de las personas que viven en Sudamérica tienen 3 o más factores riesgos cardiovasculares (hipertensión, sindrome metabólico y diabetes). A esto se le agrega el factor que es el tabaco, donde el 22% de los argentinos son fumadores, y el sedentarismo que afecta al 65% de nuestra población (no realiza al menos una caminata de 30 minutos cada día).
«El sindrome metabólico comienza en los chicos y adolescentes, que pasan mucho tiempo alrededor de las pantallas, sin realizar deportes, ejercicios, correr o hacer bicicleta. Estos chicos van a tener una adolescencia con un exceso de peso que los va a condicionar a tener obesidad y sindrome metabólico a futuro. Eso significa que se duplicará la prevalencia de la diabetes tipo 2», agregó el profesional.
Es importante tener un enfoque clínico multifactorial, haciendo un tratamiento global. Y también estudiar a la familia y su comportamiento alimentario y de estilo de vida. Se puede incorporar el ejercicio físico en las tareas cotidianas. Uno debe comer en forma más sana. Desayunar como un rey y cenar como un mendigo.
Las complicaciones en la salud a las que se llega por el incremento de la presión arterial asociada a otros factores de riesgo son el infarto agudo de miocardio, el Accidente Cerebrovascular (ACV), la enfermedad vascular periférica (las arterias comienzan a taparse) y el daño en el riñón que lleva al paciente a la insuficiencia renal crónica.
Cifras, diagnóstico y control
La HA no se puede curar pero se puede prevenir, tratar y controlar para mantener las cifras en valores seguros. Al contemplar los valores de tensión arterial que permiten considerar que un individuo es saludable o no, Waisman insta a diferenciar las instancias de diagnóstico de la de control.
Para la primera, es necesario que el paciente cuente con más de 2 visitas al médico con más de 140 de presión arterial máxima y 90 de mínima, lo que comúnmente se expresa como 14/9. Respecto al nivel de control de la presión arterial, el experto explicó que dependerá de la patología que acompañe a la hipertensión en el paciente y su edad.
«En los pacientes más ancianos no hay que llegar tan abajo en los niveles de presión arterial, porque puede resultar perjudicial para la circulación cerebral. En cambio, en los más jóvenes o los pacientes de reciente diagnóstico y en quienes padecen enfermedad coronaria, es necesario llevar la presión por debajo de 140/90 para evitar las complicaciones de la hipertensión arterial ya que se trata de una enfermedad que no se manifiesta sola», advirtió el experto.
El objetivo de Stamboulian talks es transmitir a través de exposiciones atractivas y sintéticas aspectos interesantes, importantes o novedosos en temas sanitarios. La meta es que cada presentación sirva de disparador para que la audiencia se sienta motivada a profundizar, indagar, crear conciencia o pasar a la acción en relación a los temas presentados.