Como se mencionó anteriormente, tras conocerse la ratificación del fallo condenatorio hacia la ex Presidenta, Cristina Kirchner en la Causa Vialidad, en la cuál cumplirá prisión domiciliaria e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, los Gobernadores peronistas salieron a apoyarla, pero al mismo tiempo, toman distancia de Máximo Kirchner y de su espacio, La Cámpora, que bajo el ala de la ex Primera Mandataria dará pelea en la estructura del Partido Justicialista (PJ).
«Cristina sigue teniendo una centralidad importante a diferencia del resto. El problema es que La Cámpora buscará usufructuar eso y llegar a octubre con ese relato, no tiene muchas opciones», sostuvo un importante dirigentes peronista a Clarín. Es por eso que, los Mandatarios Provinciales y caciques territoriales apuntan contra la agrupación comandada por Máximo Kirchner.
Por otro lado, los Gobernadores le exigieron al Consejo Partidario «más realismo en las estrategias nacionales del PJ». En pocas palabras, lo que están pidiendo es que aquellos que tienen que gobernar una provincia y que tienen otro rol a la hora de definir la estrategia opositora en el Congreso de la Nación como en la negociación con el Gobierno de Javier Milei.
De hecho, en el cónclave que se desarrolló en la sede del Justicialismo, ubicada en la calle Matheu 130, los Gobernadores fueron categóricos en el apoyo para con CFK «en las actuales circunstancias», pero también exigieron que el peronismo construya «una propuesta programática», y que por supuesto los incluya.
El enojo de los Gobernadores
Del mismo modo, los Gobernadores solicitaron que se respete su rol protagónico, principalmente por ser quienes tiene legitimidad en esos territorios, y además reclamaron que «no se siga expulsando dirigentes solo porque piensan diferente a la conducción». Es más, todo esto se reflejó en las intervenciones partidarias que llevó adelante la ex Jefa de Estado, antes de que se ratifique su condena a seis años de prisión por administración fraudulenta en perjuicio del Estado.
Así, en medio de esta feroz interna, se deberán definir las listas en la Provincia de Buenos Aires que cierran el 19 de julio, más armar las listas para los Comicios Generales del próximo 26 de octubre. Sin lugar a dudas, el escollo continúa siendo La Cámpora, o al menos así lo siente una parte del peronismo.
El conflicto de La Cámpora
Por su parte, uno de los ejemplos más claros es el de la Provincia de Mendoza, por la agrupación que comanda la Senadora de Unión por la Patria (UXP), Anabel Fernández Sagasti, sin embargo su rol quedó relegado ante la continua ola de fracasos del PJ, en las generales del año 2023, que sumó tan solo un 14,73% de los votos.
Ante esta situación, la conducción del partido la asumieron los Jefes Comunales, con Emir Fénix a la cabeza. Y hasta que se definan los detalles internos, los Intendentes ya le comunicaron a Máximo Kirchner que no habrá lugar para La Cámpora que busca ocupar un lugar bajo el sello, Unidad Popular.
Sin embargo, en el peronismo no pueden ocultar su enojo con La Cámpora porque entienden que en las Provincias del interior no tienen un poder relevante y sólo obtienen lugares importantes a través de intervenciones o por el manejo a dedo como sucedió en Chubut, Jujuy y Corrientes.
Mientras que, la pelea en la Provincia de Buenos Aires tendrá un capítulo importante, aunque se entiende que las listas tendrán el visto bueno de Cristina. «Cada Intendentes tendrá que ir al departamento de la ex Primera Mandataria para someterse a su voluntad, ceder y quedarse con la gobernabilidad local priorizando Concejales», adelantaron.
Entre tanto, Kicillof defenderá su gestión, y es por eso que, apura un armado de listas locales fuertes para así impulsar las nóminas provinciales, con un rol protagónico de los Intendentes, incluso siendo candidatos testimoniales.
A su vez, el espacio del Gobernador Bonaerense, Movimiento Derecho al Futuro (MDF), no quiere que Máximo Kirchner sea el candidato que reemplace a Cristina Kirchner en la Tercera Sección Electoral, pero sí están dispuestos a hacer alguna concesión en el armado de la lista nacional.
El rol de Sergio Massa
De todos modos, la otra patada del armado peronista es la que comanda Sergio Massa, que quiere quedarse con un tercio de los lugares, claro si hay acuerdo de unidad, con el fin de colocar Diputados y Senadores provinciales.
Lo que se sabe es que, Kicillof quiere diseñar una estrategia local eficaz, y que al mismo tiempo, se intentó replicar en otras Provincias comandadas por el peronismo, donde los Gobernadores buscaron/buscarán ganar o estar cerca, para que en octubre comiencen a diagramar el 2027. «Si los Gobernadores esperan que Cristina marque el camino estamos en un problema grave, eso solo le queda bien y cómodo a La Cámpora», dijo un Legislador.
Pero de igual forma, los Mandatarios Provinciales no quieren ceder frente a la presión de los K, ya que una mala elección a nivel provincial los condiciona a nivel nacional, y por supuesto eso es una traba para el armado del PJ con todos adentro.
Igualmente, más allá del armado de las listas, arde la interna dentro del peronismo, aunque hacen hincapié en que no hay clima de ruptura, porque nadie quiere sacar los pies del plato, por lo cuál se descarta fugas tanto del Bloque en Diputados como en el Senado, al menos antes de las Elecciones de octubre.
Cristina y un reconocimiento a Axel Kicillof y Ricardo Quintela
Tras la multitudinaria movilización a Plaza de Mayo, el peronismo en todas sus versiones logró su foto de unidad, con la ex Jefa de Estado hablando desde su departamento donde cumple prisión domiciliaria, Axel Kicillof y Ricardo Quintela, ambos dos adversarios en la interna del peronismo, estuvieron entre la multitud.
Aquellos que tuvieron contacto con Cristina Kirchner en estos últimos días, coincidieron en que el principal cambio es que la líder del PJ escucha a quienes van a visitarla a su departamento de Constitución.
Es más, en los encuentros que hubo en los últimos días, un Legislador allegado a ella, le reprochó que «se había peleado con los más leales». Todo esto se registró el martes pasado antes de que se conozca el fallo de la Corte Suprema de Justicia, y un rato antes de que a su hogar arribe el Gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, con quién compitió para presidir el PJ, pero nunca la llamó una vez que asumió la Presidencia del Justicialismo.
A su vez, también se comentaron las presiones que recibió Kicillof en las visitas a la histórica sede del PJ en la calle Matheu 130, donde aquellos dirigentes que responden a Máximo Kirchner repitieron que el Mandatario Bonaerense desconocía la magnitud del momento que atraviesa Cristina por la presión judicial.
«Las peleas de Cristina son con Formosa, con La Pampa, con Tierra del Fuego y con Santiago del Estero, que ella lo defendió como su gran aliado», dijo, con tono interrogativo un Legislador para subrayar que en la Plaza del pasado miércoles estuvieron Kicillof y Quintela, pero no así Gildo Insfrán, Sergio Ziliotto, Gustavo Melella, ni Gerardo Zamora.
Las consecuencias en el interior del peronismo
Una importante fuente del Senado sostuvo que el apoyo de los dirigentes del peronismo a Cristina «no elimina los problemas internos». Y en todo caso, la resolución de la Justicia fue grave para todos, que derivó en la reacción de los distintos sectores. Más allá de las consecuencias indescifrables en el corto y mediano plazo tendrá hacia el interior del peronismo.
Por último, en el peronismo saben que la Confederación General del Trabajo (CGT) va a continuar apoyando a CFK simbólicamente, más allá de que se están perdiendo fuentes de empleo y con sectores que están siendo severamente castigados. El objetivo del movimiento obrero es proteger a las obras sociales que quedaron en crisis por el ajuste.