Como se mencionó anteriormente, el gremio La Fraternidad liderado por Omar Maturano definió convocar un nuevo paro de trenes el 28 de enero. De acuerdo a los trascendidos oficiales, los funcionarios de Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado (FASE), no hicieron ninguna contraoferta, y como venció la conciliación obligatoria, el sindicato tiene libertad de acción para disponer medidas de fuerza.
En la última reunión, Ferrocarriles del Estado, desestimó la propuesta salarial que ofertó el gremio, que consiste en el pago de una canasta básica alimentaria que equivale al 10% del salario de los trabajadores, de alrededor de 153 mil pesos, en compensación por el desfasaje inflacionarioa que viene desde septiembre del año pasado.
Algunas fuentes del gremio señalaron que «no estaos discutiendo dinero sino alimentos porque queremos garantizar el carácter alimentario del salario ferroviario y proteger el poder adquisitivo de los trabajadores. Los trabajadores ferroviarios, al día de hoy siguen perdiendo contra la inflación, por eso estamos piendo una canasta básica alimentaria equivalente al 10% del salario de los trabajadores». Como se dijo anteriormente, rechazaron la propuesta del sindicato. Entre tanto, el Gobierno sostuvo que la pauta salarial no puede superar el 1% mensual.
Hay que señalar que Maturano es uno de los dirigentes más combativos con el Gobierno de Javier Milei, y al mismo tiempo se desmarcó de los otros gremialistas ferroviarios con reclamos salariales y medidas de fuerza. Vale decir que el último paro que convocó La Fraternidad fue el 18 de diciembre, pero se suspendió luego de que la secretaria de Trabajo dictara la conciliación obligatoria, que dispone la negociación entre las partes y dar marcha atrás con las medidas que entorpezcan las tratativas.
Paritarias que no se homologan
Sin lugar a dudas, la negociación salarial de La Fraternidad, son otra prueba para el Gobierno libertario, que trata de algún modo disponer una pauta salarial del 1% mensual, y a su vez, presiona a los sindicalistas y empresarios para reformular convenios salariales bajo la amenaza de no homologarlos, y así quitarles la obligatoriedad del pago a todos los trabajadores de una actividad.
Por su parte, el secretario de Trabajo, Julio Cordero salió fortalecido tras haber conseguido que el líder del gremio de Camioneros, Hugo Moyano bajara sus pretenciones salariales de un 15% a un 5,5% trimestral, en tres tramos del 2,2%, 1,8% y 1,5%. Alho similar ocurrió con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), liderada por Abel Furlán, que en un principio reclamaba un aumento salarial del 18,7% para el período noviembre-marzo, y finalmente cerró un acuerdo del 12,3% en cinco tramos del 5,5%, 2%, 1,8%, 1,5% y 1%.
En contrapartida, hay paritarias que no fueron homologadas por Trabajo al superar la pauta salarial del 1%: la principal es la acordada en octubre pasado por la Federación de Trabajaddores de la Sanidad Argentina (FATSA), que comanda uno de los co-Secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Héctor Daer, que pactó con las cámaras del sector un 11,4% de incremento salarial para el período octubre-diciembre en tres tramos (4%, 3,8% y 3,6%), que ya se abonó en la mayoría de las clínicas, sanatorios, geriátricos, institutos médicos, servicios de internación domiciliario y hospitales de colectividades, pero Cordero no quiere homologarlo.
Aumentos salariales que acompañen la inflación
Del mismo modo, la otra paritaria que no se homologó es la de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA), que lidera Luis Barrionuevo, que firmó con la Federación Empresaria Hotelera Gastrónomica (FEHGRA). Este acuerdo se selló a fines de noviembre, que a su vez dispone un incremento del 16% para el período noviembre-febrero en tres tramos (5%, 5% y 6%), números que superan el 1% mensual dispuesto por el ministerio de Economía, para acompañar la baja de la inflación.
Por último, el sindicato liderado por Barrionuevo estaría dispuesto a ceder frente al Gobierno de Javier Milei, convalidando la revisión de la paritaria, que se pactó para marzo y se pase a mayo, por lo tanto, la vigencia del 16% de incremento se extendería de 4 a 5 meses, pero la secretaria de Trabajo insiste en que se reformulen los números pactados para adaptarlos a los topes definidos por el titular del Palacio de Hacienda, Luis «Toto» Caputo.