
Alfredo Cornejo volvió a repetir un desayuno entre gobernador en ejercicio y gobernador electo, como hace cuatro años. Aunque la diferencia entre una situación y otra es abismal. En 2015, cuando fue electo gobernador de Mendoza invitó a un abatido Francisco Pérez a desayunar en su casa de la calle Hungría, en Godoy Cruz.
Esta vez él en el ejercicio del poder, invitó al electo Rodolfo Suárez a la residencia oficial, en un clima de continuidad y festejo. Pasadas las 10 de este lunes, Suárez llegó hasta la residencia oficial de La Puntilla, que el empresario Enrique Pescarmona donó a la provincia durante esta gestión.
Allí lo esperaba Cornejo, desde temprano, para charlar en un clima más tranquilo a la euforia que colmó ayer el hotel Aconcagua, donde Cambia Mendoza celebró un contundente triunfo. El tema de conversación no fue nuevo. Dialogaron sobre lo mismo que vienen haciendo hace ya un tiempo: la continuidad.
Sin micrófonos ni cámaras, se permitieron revisar el mensaje de las urnas que los benefició en 11 de las 13 comunas que hoy gobierna Cambia Mendoza. Perdieron las intendencias de Santa Rosa y La Paz, aunque el batacazo que dieron los jefes comunales del Gran Mendoza les bastó para imponerse por 15 puntos de diferencia sobre la candidata del peronismo, Anabel Fernández Sagasti.
Suárez inició el diálogo con la prensa con halagos a Cornejo, evaluando que el triunfo fue el resultado del apoyo de la gente a la gestión “en lo que tiene que ver con la eficiencia y eficacia en la administración del Estado”.
Por su parte Cornejo declaró que «Se votó cierta certidumbre. La gente vive a los saltos con dirigentes que le dan intranquilidad todo el tiempo, que cambian de política como si se cambiaran una camisa. En cambio nosotros, por el equipo que hemos conformado, le damos certidumbre y la continuidad es de ese equipo, es algo que venimos planificando hace tiempo con los intendentes», remarcó Cornejo.
El también presidente del radicalismo a nivel nacional y candidato a diputado nacional, aseguró que no era un triunfo personal, aunque admitió que en el Congreso: «nosotros no vamos a pasar desapercibidos en el Congreso gane Macri o gane Fernández, como sí pasaron desapercibidos dirigentes justicialistas mendocinos que han sido complacientes con el gobierno del mismo signo, con Cristina, como es el caso de (Adolfo) Bermejo y (Omar) Félix», se proyectó Cornejo.