Ayer por la tarde, el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof brindó una conferencia de prensa para, de algún modo, responder las acusaciones del Presidente, Javier Milei, que culpó por el fallo adverso para la Argentina en el juicio por la expropiación de YPF. En ese sentido, el Mandatario Bonaerense explicó por qué de la «expropiación» de la petrolera del país: «fue una decisión correcta», señaló.
De igual modo, cuestionó la legitimidad de la Jueza, Loretta Preska para intervenir en caso y salió al cruce del Jefe de Estado, a quién acusó de montar una estrategia para que la empresa quede en manos privadas.
«El Congreso de la Nación por amplía mayoría, resolvió que las acciones de YPF, no queden a disposición del Poder Ejecutivo, menos todavía de un país extranjero. Por más admirador que sea Milei de Donald Trump, no están las acciones de YPF al alcance de un país extranjero», precisó el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, en la conferencia de prensa que se desarrolló en la gobernación, situada en La Plata.
Posteriormente, destacó: «para que las acciones puedan movilizarse de Argentina o ponerse en propiedad de otro tiene que haber una autorización del Congreso de la Nación por dos tercios. Aunque Milei tuviera la compulsión y el deseo de entregar las acciones de YPF a quien se las pida no puede hacerlo sin pasar por el Parlamento».
El fallo de la Jueza Preska
Por otro lado, en otro tramo de su alocución, Kicillof señaló que «el 49% de las acciones de YPF son propiedad no del Gobierno Nacional, si no de las Provincias argentinas, así que tampoco la Jueza podría avanzar sobre las acciones de YPF como si fuera patrimonio del Gobierno Nacional para cobrarse algo que consideran los buitres que tienen que cobrarse al Gobierno Nacional. Repito es propiedad de las Provincias. Tienen inconsistencias enormes este fallo».
De igual modo, Kicillof defendió la legalidad y los resultados de la expropiación de YPF en el año 2012, es que, de acuerdo al Mandatario Provincial, justamente el proceso de expropiación fue una reacción necesaria al escenario provocado durante la gestión privada de Repsol, que controló YPF entre 1999 y 2012. «La historia muestra que privatizar YPF fue una verdadera desgracia para YPF, para Argentina y para las posibilidades de desarrollo de nuestro país», manifestó Kicillof, al recordar las consecuencias económicas que tuvo para el abastecimiento energético nacional el vaciamiento de la empresa.
Mientras que también destacó que el principal objetivo de la estatización era recuperar la capacidad productiva y el autoabastecimiento de energía, situación que, según él (Kicillof), había desaparecido bajo la dirección de Repsol. En su discurso, detalló que durante la gestión de la petrolera español «la producción de petróleo se redujo casi a la mitad» y «la producción de gas a partir de 2004 tuvo una caída del 42%», lo que en pocas palabras, significó importar combustibles, generando números negativos en la balanza comercial energética argentina.
El desabastecimiento de combustibles
De todos modos, el Gobernador mencionó que entre el año 2007 y 2011, la Argentina pasó de tener superávit a un déficit energético de apróximadamente 9.000 millones de dólares anuales, como consecuencia del manejo privado de la compañía. Kicillof subrayó que en el año 2013, el déficit superó los 6.000 mil millones de dólares, mientras que la Argentina enfrentaba la falta de combustibles y divisas, fenómeno que, según el Mandatario Bonaerense, impactó de lleno en la macroeconomía local.
Kicillof recordó que la decisión de expropiar YPF se tomó de acuerdo a los instrumentos que la Constitución Nacional le otorga al Poder Ejecutivo y al Congreso de la Nación cuando se trata de una empresa de interés público. Al mismo tiempo, enfatizó que la Ley de Expropiación se aprobó por «una amplísima mayoría en el Parlamento», respaldada por opiniones de juristas y dirigentes de distintos espacios políticos, y a su vez, defendió el carácter mixto actual de la empresa: «se declaró el interés público el control de la compañía, no las acciones. De esa manera, se preservó que fuera una empresa mixta, público-privada, con control del Estado».
Kicillof vs Preska
Acerca del fallo judicial que favorece al «fondo» Burford Capital que, obtuvo litigios sobre YPF iniciados tras la quiebra de un accionista minoritario español, el Gobernador cuestionó la decisión de la Jueza Preska. «No hay forma de que alguien considere que porque el estatuto de YPF diga una cosa u otra, esté por encima de la Constitución y de las Leyes argentinas». Es que, según Kicillof, sobre el juicio que devino en el fallo de Preska comenzó luego de la intervención de un fondo buitre que compró los derechos litigiosos de un acreedor fallido, dando lugar a una sentencia cuya cuantía; 17.000 millones de dólares, a lo cuál, el Mandatario Bonaerense tildó de «disparatada y cuestionable».
Una vez más, Kicillof cruzó al Presidente, Javier Milei: «lo grave de lo que está ocurriendo es que hoy quien gobierna es Milei, que está de acuerdo en regalar todo». De todos modos, el Mandatario Bonaerense dijo que impulsará una investigación sobre la supuesta reacción entre las autoridades nacionales y el fondo buitre que fue favorecido en este fallo. Pero, aclaró que no puede afirmar la existencia de un vínculo: «eso se va a investigar», «cualquier posible relación directa, responsabilizo al Jefe de Estado por cualquier decisión que ponga en riesgo la soberanía energética del país».
Por último, el Gobernador reiteró su postura frente al proceso judicial en los Estados Unidos y a la política energética actual y además responsabilizó a Milei por cualquier daño futuro que pueda producirse sobre los activos estratégicos de la Argentina.