El arranque de la 62a edición del Festival mostró a una plaza conmovida por el regreso del evento y el espíritu de Ofelia Leiva. Al final, Martín Paz y Juan Fuentes bajo la lluvia y ante un público que hizo el aguante
El marco discreto que mostró la plaza, con una convocatoria claramente disminuida tras las bajas por Covid de Jorge Rojas (reprogramado para el miércoles) y Jairo. Eso sumado a la amenaza de lluvia que se hizo una realidad después de la medianoche y generó una postal tan épica como desoladora para el tramo final
Un rato antes, Fuentes protagonizó uno de los momentos más destacables cuando fue invitado por Baglietto-Vitale (la otra propuesta que se sumó en los últimos días) para una sensible versión de Oración del remanso de Jorge Fandermole, que curiosamente había sonado minutos antes en las voces de sus coterráneos del Cuarteto Karé. Sin dudas, un clásico en los últimos años del festival
Lo de Baglietto-Vitale, correctísimo una vez más. Con el gran oficio que caracteriza al dúo con 35 años de trayectoria, revisitaron a Cuchi Leguizamón (Zamba de Lozano), Fito Páez (hermosa relectura de DLG), Atahualpa Yupanqui (Piedra y Camino) y la siempre imprescindible Violeta Parra (Que he sacado con quererte). ¿Un infaltable? El Témpano de Adrián Abonizio, más memorable que nunca con el comienzo de la lluvia.
La velada empezó al ritmo del chamamé, con Ofelia Leiva, quien hacía 21 años que no se presentaba en la plaza. Conmovedora como se preveía Ofelia, fue la encargada de abrir la grilla con grandes clásicos del chamamé (enérgico arranque con Km 11 respaldada por una gran banda dirigida por su hijo Ariel) y su inclaudicable espíritu desde su silla de ruedas y a pesar de las múltiples enfermedades que padeció en los últimos años.
Opus 4 fue el segundo en presentarse; el grupo anunció su retiro este 2022 después de 38 años de carrera.
Una decena de entusiastas que resistieron bajo el agua para bancar a un Martín Paz que intercaló clásicos “manseros” con temas de su actual etapa solista.
Juan Fuentes, quien tuvo la difícil tarea de actuar en el lugar que dejó vacante Rojas. El exvocalista de Los Huayra que ahora es solista, fue el responsable del cierre de la velada.
Controles especiales
Para ingresar al estadio se requiere pase sanitario y, como ya se vivió en el Festival de Doma y Folklore de Jesús María, el Ministerio de Salud provincial junto al municipio de Cosquín llevan adelante acciones de prevención y promoción, entre ellas, vacunación y testeos de Covid-19. En la ciudad hay seis puestos de testeos con capacidad para realizar 1500 análisis por jornada; además hay dos centros de vacunación (en el Hospital Municipal Armando Cima y otro en el predio de la plaza), donde pueden inmunizarse también los turistas.
Alrededor de la plaza, como todos los años, hubo movimiento de locales y turistas que recorren la feria de artesanías y los diferentes puestos de comidas típicas, además de las peñas que tienen siempre convocatoria entre quienes eligen bailar y cantar en sus pistas, además de escuchar a los artistas que cada noche se presentan.
El día nublado hizo que, por la tarde, hubiera menos gente en los balnearios y ríos de la ciudad donde en estos días se arman fiestas de amigos, guitarreadas y se improvisan bailes entre mates, asados y choripanes. Sí se vieron las montas que llegan desde distintos puntos de la provincia y de algunas vecinas para participar en el desfile por Cosquín.
Cómo sigue
Domingo 23: Postales de Provincia, Ganador/a del Pre Cosquín 2022, Los Nocheros, Roxana Carabajal, Los Tekis. Esta noche las entradas cuestan entre $1500 a $2700. AQUI COSQUIN SITIO OFICIAL – Festival Nacional del Folklore
Fuente: La Nación y La Voz