El ex presidente descartó desmovilizar a los miles de simpatizantes que exigen su regreso al cargo si no existen garantías de seguridad.
El ex presidente de Bolivia Evo Morales, obligado a renunciar al cargo por las Fuerzas Armadas, ratificó que no volverá a presentarse a elecciones y descartó desmovilizar a los miles de simpatizantes que exigen su regreso al cargo si no existen garantías de seguridad y castigo por las muertes de más de 20 manifestantes en las protestas contra su salida del poder.
Así lo señaló Morales en una entrevista concedida a la agencia alemana de noticias DPA, en la que subrayó que la autoproclamada presidenta Jeannine Áñez, que asumió el cargo en una sesión sin quórum legislativo, le haría “un gran favor a la democracia” si dimitiera.
Para Morales, el de Áñez es un gobierno de facto que, primero, debería dar garantías porque “injustamente ex ministros y asambleístas están siendo perseguidos y amenazados”, y en segundo lugar consideró que “tiene que haber una comisión nacional e internacional para dar con los autores intelectuales y materiales de semejante masacre”.
El primer presidente indígena boliviano, de 60 años, se asiló en México hace una semana tras denunciar un golpe de Estado que lo obligó a dejar el cargo, presionado por la cúpula militar boliviana, en medio de protestas ciudadanas y denuncias de la OEA sobre irregularidades en las elecciones del 20 de octubre, tras un escrutinio que lo dio como ganador en primera ronda para un cuarto mandato.