El mandatario mantuvo contactos con sus antecesores, mientras el país enfrenta una jornada de protestas que ya tiene barricadas armadas y cortes de calles.

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, busca enfrentar la compleja situación social del país con aportes de sus antecesores Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, con quienes mantuvo contactos, mientras el país enfrenta una jornada de protestas que ya tiene barricadas armadas y cortes de calles en Santiago y otras ciudades importantes.
El diario La Tercera reveló que Piñera se reunió en su casa con Lagos y Frei, para analizar la crisis, y que habló por teléfono con Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU. De ninguna de las conversaciones trascendieron detalles.
La llamada a la ex mandataria se dio después de que el ministro de la Presidencia, Felipe Ward, indicara que en el proceso de nueva Constitución que impulsa el Ejecutivo se podrían “considerar los cabildos del gobierno anterior, más allá del juicio de valor de la cantidad de personas que participó”.
La referencia era a las 250.000 personas que discutieron los temas de una nueva Carta Magna y el mecanismo para redactarla.