Según la ONU, no es posible demostrar los efectos provocados en la salud luego del desastre nuclear.

Si bien habla de una suba de los casos de cáncer de tiroides entre niños y jóvenes, «no se ha documentado ningún efecto adverso de salud entre los residentes que sea directamente atribuible a la exposición a la radiación», dijo un comité de expertos.