Como se mencionó anteriormente, la pobreza en el segundo semestre del 2024 cerró en un 28,1%, mostrando una caída significativa en relación al 52,9% que hubo en el primer semestre del corriente año, como consecuencia del brutal aumento de precios que hubo en los primeros seis meses del 2024, y a su vez, registrando una caída pronunciada respecto al 47,1% que cerró en el 2023.
Por otro lado, la indigencia que aquella porción de la sociedad que no logra cubrir los gastos de la Canasta Básica Alimentaria, fue en el cierre del 2024 un 8,2%. Lo que implicó un retroceso respecto al primer semestre del corriente año (18,1%) y al cierre del 2023 (11,9%).
De este dato, 6,9 millones de personas salieron de la pobreza, y alrededor de 4,6 millones de personas salieron de la indigencia. Así, este 38,1% de pobreza es el más bajo desde el primer semestre del 2022.
Según los datos brindados por el INDEC, la baja de la inflación junto con la «recuperación económica» y los «aumentos» salariales, más los incrementos a la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar hizo que haya una baja en la pobreza.
El comunicado del INDEC
«La pobreza sin precedentes que había dejado el Gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa que llegó a un pico del 52,9% en la medición del primer semestre del 2024, se redujo al 38,1% en el segundo semestre del corriente año, mientras que la indigencia disminuyó del 18,1% al 8,2%, como efecto directo de la lucha contra la inflación que ha llevado adelante el Presidente, Javier Milei, además de la estabilidad macroeconómica y la eliminación de restricciones que durante años limitaron el potencial económico de los argentinos», sostuvo en un comunicado el INDEC.
«Dichos índices reflejan el fracaso de las políticas del pasado, que sumieron a millones de argentinos en la precariedad mientras venían que estaban ayudando a los pobres, pero la pobreza no paraba de aumentar. La gestión actual demuestra que el camino de la libertad económica y la responsabilidad fiscal es la vía para reducir la pobreza a largo plazo», prosiguió el documento.
Por su parte, el economista de Libertad y Progreso, Lautaro Moschet sostuvo que «los datos de la pobreza del segundo semestre reflejan los primero efectos de la estabilidad macroeconómica». «La desaceleración de la inflación, junto con la recuperación de los salarios en términos reales, constituyen los pilares fundamentales que están permitiendo que cada vez más argentinos superen el umbral de la pobreza» , precisó.
La baja de la pobreza
«De cara al futuro, esperamos que esta tendencia continúe, en la medida en que se mantenga la estabilidad de las principales variables macroeconómicas. La inflación se ubica en los niveles más bajos de los últimos tres años, los salarios del sector privado ya superaron los valores de noviembre del 2023, y la actividad económica muestra una expansión cercana al 6%. Estos factores consolidan una baja más sostenida de la pobreza y generan condiciones para que los ingresos sigan mejorando», cerró Moschet.
Entre tanto, el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA), calculó que la pobreza en 2024 cerró entre un 38% y un 39%. Mientras que la Universidad Torcuato Di Tella indicó que la pobreza para el semestre julio-diciembre de este año sería de un 38,6%. «La incidencia proyectada se puede descomponer mecánicamente en un promedio ponderado de una tasa de pobreza de 38,8% para el tercer trimestre del 2024 y 34,8% para el cuarto trimestre».
Leopoldo Tornarolli, economista del Centro de Estudios Distribuidos, Laborales y Sociales (CEDLAS), de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), comentó en sus redes sociales: «sabemos entonces que en el tercer trimestre la pobreza fue alrededor de 38,5%. Como los datos de actividad económica fueron mejores en el cuarto que en el tercer trimestre, todo indica que para el segundo semestre la pobreza va a ser menor al 40%, por debajo del 41,7% de cierre de 2023».
Hay que señalar que la actualización más reciente de la incidencia de la pobreza se había dado a conocer en septiembre del año pasado. En ese punto, la pobreza avanzó hasta un 52,9% en el primer semestre del año pasado, aglutinando a 25 millones de personas en la pobreza en todo el país.
La desaceleración de la inflación
En el primer semestre del 2024 estuvo marcado por una aceleración inicial de la inflación, que alcanzó un ritmo de aumento de precios cercano al 4% mensual desde mayo y se fue desacelerando luego hasta el 2,7% en diciembre. En este contexto, el poder adquisitivo de los salarios sufrió una caída significativa, pero empezó a recuperar terreno conforme la inflación desaceleró, aunque sin compensar del todo las pérdidas acumuladas en el último año.
Por último, antes de fin de año, un cálculo hecho también por Capital Humano señaló que, en el tercer trimestre del año, la pobreza disminuyó al 38,9%, atribuyó esta baja a la desaceleración de la inflación y al refuerzo de programas sociales, como la AUH.