• El proceso se aceleró por el aumento de la demanda china y por la suba del dólar que llevó a los productores a vender animales más chicos.
La inflación y el escenario de pronunciada recesión le dieron un duro golpe al desarrollo que venía experimentando la ganadería argentina en los últimos años. De la mano de una abrupta caída del consumo que llegó al 13,4 por ciento en el primer trimestre del año, en ese período también se aceleró el proceso de liquidación de vientres: la faena de hembras llegó al 48,2 por ciento del total.
La situación se agudizó aún más tras la resolución de la Secretaría de Gobierno de Agroindustria de la Nación, que autorizó _mediante la resolución Nº 74_ la rebaja del peso de faena, que fue rechazada por productores e industriales al considerar que habilita un proceso de liquidación que ya hizo estragos en el país durante la década pasada.
Según detalló la Cámara de la Industria Cárnica de la Argentina (Ciccra), en marzo de este año se faenaron alrededor de 980 mil cabezas de ganado vacuno (según datos provisorios). Este nivel de actividad resultó un 1 por ciento menos que en el mes de febrero pasado, mientras que comparado con igual mes de 2017 la baja alcanza el 14,4 por ciento. De todos modos, Ciccra aclaró que «cuando se corrigen los datos por cantidad de feriados, la faena de marzo habría resultado 4,2 por ciento mayor a la de febrero, y en la comparación interanual la baja habría sido de 9,9 por ciento».
En términos absolutos, en marzo de 2019 se faenaron casi 165 mil cabezas menos que en marzo de 2018.
En los últimos 40 años, el nivel de actividad estimado para marzo de 2019 ocupó el puesto 34º. En tanto, comparado con el promedio de los meses de marzo de 1980-2018, resultó 10,7 por ciento inferior.
Pero el escenario es aún menos alentador si se analiza la participación de las hembras en la faena total. Según Ciccra, esto subió a 48,9 por ciento del total, superando el guarismo de marzo de 2010 en 0,7 puntos porcentuales y apenas 0,3 puntos porcentuales por debajo del récord para marzo registrado en 2009. «Cuando consideramos los últimos nueve meses (julio 18 -marzo19), la faena de hembras totalizó 4,6 millones de cabezas. Entre ambos lapsos se faenaron 343,9 mil vacas más», detalló.
Desde la entidad aseguraron al respecto que «los factores principales que contribuyen a explicar todo esto son dos: por un lado, la creciente demanda china de carne vacuna, que ya representa más de 60 por ciento del total exportado desde Argentina; y por otro lado, el elevadísimo costo del dinero, producto de la política económica en marcha, lleva a los productores ganaderos a financiarse en última instancia con la venta de animales (vacas, vaquillonas)».
El relevamiento de Ciccra detalló además que en el primer trimestre de 2019 la industria frigorífica faenó 3,097 millones de cabezas de hacienda vacuna, es decir 5,8 por ciento menos que en el primer trimestre de 2018. Allí también aumento la participación de hembras, que subió al 48,2 por ciento del total.
«Este guarismo sólo es comparable con los registrados en los primeros trimestres de 2008 y de 2009, período durante el cual el sector ganadero argentino transitó la peor fase de liquidación de hembras de las últimas décadas», advirtió Ieral.
Ese proceso se agudizó por el aumento de la demanda externa. Las exportaciones en febrero de 2019, y de acuerdo con las estadísticas de la Secretaría de Agroindustria, alcanzaron las 33.012 toneladas peso producto (tn pp), es decir 57,8 por ciento más que en febrero del año pasado. Medido en toneladas res con hueso (tn r/c/h), el volumen ascendió a 48.472 toneladas ( 48,8 por ciento anual).
El volumen exportado generó un ingreso de a 162,3 millones de dólares, 30 por ciento más que en febrero de 2018. El mayor volumen fue parcialmente compensado por un menor precio promedio por toneladas res con hueso.
La producción y consumo. En marzo de 2019 la producción de carne vacuna totalizó 222 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h), según las estimaciones provisoras de la cámara. En términos interanuales se observó una caída de 15 por ciento (-39,2 mil tn r/c/h) y la baja se explicó nuevamente por la reducción de la cantidad de cabezas faenadas.
Al considerar el primer trimestre de 2019, el volumen producido llegó a 701 mil tn r/c/h de carne vacuna, o 6,1 por ciento por debajo del primer trimestre de 2018. Y los envíos al resto del mundo subieron a 148,7 mil tn r/c/h, un 35,8 por ciento más que lo exportado en enero-marzo del año pasado.
De esta forma, «se habrían enviado al mercado interno 552,1 mil tn r/c/h en el primer cuarto del año, es decir 13,4 por ciento menos que en el mismo trimestre de 2018», detalló Ciccra. Si se considera el promedio del primer trimestre de 2019, el consumo aparente por habitante fue de 49,6 kg/hab/año, 13,4 por ciento menor al del primer trimestre de 2018.
Precios y salarios. El informe precisó que en marzo aumentó la cantidad de hacienda negociada en el Mercado de Liniers y el precio promedio se estabilizó. «Entre febrero y marzo el precio promedio registró una baja de 3 por ciento, tras los aumentos de 14,1 por ciento y 13 por ciento de enero y febrero. En tanto, la cotización del dólar subió 7,2 por ciento en el último mes, lo que provocó una disminución del precio de la hacienda en dólares de 9,5 por ciento mensual», dijo.
Con estos guarismos, en relación a abril de 2018 cuando comenzó la corrida cambiaria, el dólar subió 103,3 por ciento y el valor en pesos de la hacienda en pie aumentó 85 por ciento.
En marzo, cuando en el Mercado de Liniers se comercializaron 114.938 cabezas, un 21,6 por ciento más que en febrero e idéntico porcentaje respecto de igual mes de 2018, el precio promedio de la hacienda llegó a $51,258 por kilo vivo, por debajo de los $52,846 de febrero, a excepción de los novillos que subieron en promedio 1,1 por ciento. En el resto de las categorías, las bajas fueron de: -6,1 por ciento en vacas, -3,7 por ciento en toros, -3,1 por ciento en vaquillonas, -2,7 por ciento en MEJ, -1,3 por ciento en novillitos y -0,9 por ciento en terneros.
En la variación interanual _marzo 2018/19_ el precio promedio en pesos de la hacienda en pie subió 84,7 por ciento, la variación más elevada desde diciembre de 2010.
Teniendo en cuenta que en el último mes la cotización del dólar en pesos argentinos subió 7,2 por ciento, el valor promedio de la hacienda en dólares cayó 9,5 por ciento al ubicarse en u$s 1,245 por kilo vivo, un valor idéntico al registrado en febrero de 2010.
En el mostrador. Pero frente a eso, ¿qué ocurrió con el precio de los cortes en el mostrador? En marzo de este año, según puntualizó Ciccra, el precio promedio de los cortes vacunos en los comercios del Gran Buenos Aires (GBA) continuó subiendo. «A los ajustes de 8,6 por ciento de enero y 14,7 por ciento de febrero, en el tercer mes del año se adicionó otro de 6,4 por ciento mensual, llegando a acumular un alza de 32,5 por ciento con respecto a diciembre de 2018».
Según la cámara no se disociaron los valores de los cortes del precio de la hacienda en pie. Lo que ocurrió es que «el precio de la hacienda se corrige más rápidamente (no instantáneamente) cuando se deprecia el peso, que los valores de los cortes en el mostrador», porque «los comercios enfrentan a un consumidor con menor capacidad adquisitiva».
«En un escenario recesivo, los ingresos de las familias aumentan a menor ritmo que el dólar y también a menor ritmo que el nivel general del IPC», agregó la entidad y señaló que en el caso particular de la carne vacuna, esto «es consistente con la caída del consumo por habitante».
Esto se observa cuando se comparan los valores de marzo de 2019 con los de abril de 2018, cuando se desató la corrida cambiaria. «En los últimos once meses el valor de la hacienda en pie se ajustó 85 por ciento y el precio promedio de los cortes vacunos aumentó 68,9 por ciento», puntualizó.
Carnes alternativas. En lo que respecta a las carnes alternativas, en marzo registraron ajustes mayores al de la carne vacuna. Por un lado, el precio del pollo aumentó 23,6 por ciento y acumuló un alza de 36,5 por ciento con respecto a diciembre de 2018. En tanto que la carne de cerdo subió 8 por ciento en el último mes y acumuló un aumento de 15,6 por ciento entre puntas del corriente año.
Si la comparación se realiza con abril de 2018, el pollo lideró las subas, ya que se ajustó al mismo ritmo que el dólar (104,3 por ciento vs. 103,3 por ciento). En tanto, el precio promedio de los cortes porcinos aumentó 53 por ciento.
En el medio quedaron los cortes vacunos, con un alza de 68,9 por ciento.
En el mismo período el nivel general del IPC del Indec aumentó 49,2 por ciento. Cuando la comparación se realiza con el promedio de los salarios formales, entre abril de 2018 y marzo de 2019 «todas las carnes se encarecieron y de manera muy significativa», detalló Ciccra.
Así, los cortes vacunos registraron un aumento relativo de 29,4 por ciento, el pollo, otro de 56,5 por ciento, y el cerdo 17,2 por ciento. «Estos guarismos resultaron consistentes con la retracción del consumo interno de carne», agregó.
«Los números correspondientes a la «era Macri» muestran que el nivel general de los precios al consumidor aumentó 185,7 por ciento (marzo 19 estimado vs. diciembre 15) y los salarios del sector privado formal subieron 138,2 por ciento, lo cual implica que el poder de compra de los salarios de los empleados en blanco disminuyó 16,6 por ciento», señaló la entidad.
De todos modos, en el mismo período el precio del pollo aumentó 154,6 por ciento, el de los cortes vacunos subió 134,1 por ciento y el de los cortes porcinos 126,8 por ciento. En consecuencia, «aún a pesar de lo ocurrido en los últimos once meses, el poder de compra del salario formal todavía resultó 1,8 por ciento superior en términos de la carne vacuna y 5 por ciento mayor en términos de carne porcina y sólo registró una caída de 6,4 por ciento con respecto al pollo», concluyó.