Se desplomaron las compras tanto por viajes como por operaciones on line.
El precio del dólar y la inflación que erosiona el poder de compra está poniendo límites a los consumos con la tarjeta de crédito. En septiembre, la operatoria a través de estos plásticos mostró una caída del 1,88% respecto del mes anterior. En tanto, la disminución de los consumos en dólares hechos en el exterior, tuvieron una caída respecto a sus saldos del mes pasado, del orden del –28,57%. Se reflejó, de esta manera, la mayor baja de uso del plástico de los últimos meses. A nivel interanual, el desplome fue del 48,14%, según un análisis de la firma First Capital Group, en base a las estadísticas oficiales.
“Muchos de los usuarios que optan por este tipo de financiación se vieron obligados en el último tiempo a pagar sólo los pagos mínimos, esto más un Costo Financiero Total (CFT) cercano al 100% sobre los saldos que quedan impagos, ponen límites al uso del plástico para los meses siguientes”, explica Guillermo Barbero, socio de First Capital Group. La operatoria a través de tarjetas de crédito representa un monto de $368.777 millones.
En cuanto a la línea de préstamos personales, según consigna el informe, presentó una suba con respecto al mes anterior del 0,44% el incremento en términos absolutos más bajo del último año. El saldo asciende a $421.561 millones para el total acumulado, representando un crecimiento interanual del 35,25%, contra los $311.686 millones al cierre del mismo mes del año anterior.
Según Barbero: “Cómo se aprecia, el incremento interanual está por primera vez en mucho tiempo cercano a la expectativa inflacionaria, indicando un crecimiento en términos reales prácticamente nulo, siendo que ésta línea supo ser una de las que encabezó la recuperación del crédito al sector privado. El cada vez más elevado costo del dinero repercutió sobre la demanda, mientras que las medidas monetarias adoptadas por el BCRA indujeron a la oferta a ser más cautos a la hora de las colocaciones», señaló el experto. «También hay que destacar que gran parte de estas colocaciones se realizan a través de entidades minoristas no bancarias, la restricción a las nuevas financiaciones a estos operadores derrumbó la pendiente del crecimiento que traía esta línea”, explicó.
Sobre las líneas de créditos hipotecarios, incluidos los ajustables por inflación/UVA, durante septiembre, marcaron un leve crecimiento, representando una suba del 1,68%: acumularon un stock total al cierre de mes de $218.766 millones.
Según este análisis, “el crecimiento interanual fue del 121,15% y sigue siendo la línea con mayor crecimiento en el último año». Las operaciones que más se registran últimamente son aquellas donde se necesita un saldo sobre el precio de la propiedad. «La volatilidad de la moneda y el nivel inflacionario hizo a su vez aumentar los alquileres, lo que hace que todavía algunos consumidores opten por pagar una cuota de préstamo antes que el alquiler. Son los menos y por eso el crecimiento no es significativo, se esperan según información pública un paquete de medidas para el 2019 para reactivar la línea hipotecaria”, explicó Barbero.