Por estas horas, ya se está analizando de cuánto será el incremento de las jubilaciones. En principio se habla de un incremento de entre un 13 y el 14%.
Faltando conocer algunas variables que están dentro de la la fórmula de movilidad jubilatoria se habla de que el aumento para las jubilaciones rondaría entre el 13 y el 14%.
De todas maneras, este incremento abarca a casi 18 millones de personas, que incluye asignaciones familiares, Asignación Universal por Hijo (AUH), pensiones no contributivas y PUAM (pensiones al adulto mayor). Debiéndose aplicar desde el 1 de junio, incluyendo el medio aguinaldo hasta el 31 de agosto.
En contraste, este aumento no contempla los regímenes especiales como docentes, docentes universitarios, Luz y Fuerza y Poder Judicial, que tienen índices propios.
De todas maneras, el incremento se aplicará sobre los montos jubilatorios marzo-mayo, sin incluir el bono de $6.000 de abril, ni los $12.000 de mayo porque no están dentro del haber.
Por otro lado, la fórmula de movilidad no tiene garantías de que el aumento del haber sea menor a la escalada de precios. Cabe destacar que en el primer trimestre del año la inflación fue del 16,1%.
En caso de que se otorgue el 14%, la jubilación mínima pasaría de $32.600 %37.164, la PUAM de $26.104 a $29.758. Las pensiones no contributivas de $22.841 se iría a $26.038. Y el haber máximo de $219.572 a $250.312.
Cabe destacar que el aumento de marzo fue de un 12,2%. Con el de junio, en el primer semestre fue de un 29,1%.
Recordemos que con esta nueva Ley de Movilidad, abarca la mitad de la variación trimestral de los salarios, según el RIPTE y el índice del INDEC. Mientras que la otra mitad de la fórmula esta compuesta por la variación interanual trimestral de la recaudación impositiva por beneficiario que va a la Seguridad Social.
Por ahora, el índice del INDEC de marzo no fue difundido. En tanto que la suba trimestral del RIPTE fue del 18,2%.
El deterioro de la jubilación
Hay que mencionar que entre los años 2017 y 2019, la movilidad de las jubilaciones, pensiones y otras prestaciones sociales tuvieron un deterioro de un 18,5%, como consecuencia de la inflación.
A raíz de la pandemia, hubo aumentos por decreto entre el 35,4 y el 29,3%, contra la inflación del 36,1%. Los jubilados de la mínima percibieron bonos en compensación por las pérdidas inter-trimestrales. Mientras que aquellos que perciben jubilaciones medias o altas no recibieron ningún bono, absorbiendo toda la pérdida de hasta el 8,7%.
El año pasado, con una inflación del 50,9% los aumentos fueron del 52,7%. Esto también incluye bonos como amortiguador de la pérdida del poder adquisitivo.