
En una jornada histórica, los curas Horacio Corbacho y Nicola Corradi y el ex jardinero Armando Gómez fueron condenados por los abusos a chicos y chicas sordos y sordas en el instituto religioso.
Corbacho fue condenado a 45 años de prisión e inhabilitación absoluta por los hechos de abuso sexual y corrupción de menores. Mientras que para Corradi los jueces dictaminaron 42 años de cárcel por los mismos delitos. Por su parte, Gómez fue condenado a 18 años de prisión.
La sentencia dictada por el Tribunal Penal Colegiado es histórica y tiene trascendencia mundial. Es que es la primera vez que la justicia ordinaria condena a protagonistas de esa institución y reconoce que había un perverso sistema que permitía los abusos.
El Tribunal consideró una agravante el hecho de que los dos condenados sean sacerdotes y tengan a cargo a los niños que eran victimizados. La condena de 45 años es histórica y coincide con lo pedido por el Ministerio Público Fiscal.
Nada ni nadie reparará ni hará olvidar el dolor y sufrimiento que padecieron los chicos y chicas que estudiaron y durmieron en el instituto religioso Antonio Próvolo, eso es cierto. Pero la sensación a partir de hoy se asimila a la tranquilidad, aquella misma que vienen buscando y reclamando hace 3 años.
La causa se inició en 2016, luego de que en la Legislatura provincial un grupo de víctimas se animara a hacer público el padecimiento que sufrían. Una senadora y la vicegobernadora motorizaron las denuncias formales en la justicia y ahora, tres años más tarde, hubo sentencia.