Las filtraciones suman presión sobre los cuestionamientos de imparcialidad del ex juez brasileño, que dirigió el proceso por la causa. Los fiscales de Curitiba defendieron la actuación del ahora ministro en las investigaciones.
La publicación de nuevas conversaciones complicaron y agregaron más presión y cuestionamientos sobre el proceso que el ex juez brasileño Sergio Moro -actual ministro de Justicia del país- dirigió en la operación anticorrupción Lava Jato.
Las filtraciones fueron divulgadas por la revista brasileña Veja en cooperación con el portal de noticias The Intercept Brasil, que en junio empezó a publicar conversaciones de Moro con los fiscales del Lava Jato obtenidos de una fuente confidencial.
“Lo que se desprende (de los documentos examinados), aparte de una intimidad excesiva ente la magistratura y la acusación, es una evidente asociación en la defensa de una causa”, publicó Veja, medio que recordó haber sido asidua defensora del Lava Jato. Esta operación envió a decenas de personas a la cárcel, entre ellas al ex presidente Lula da Silva.
Moro cuestionó en un comunicado la autenticidad de los mensajes y aseveró que los fallos emitidos en algunos casos no concuerdan con los pedidos de la fiscalía, lo cual supuestamente demostraría que no hubo connivencia entre poderes. Los fiscales de Curitiba, donde trabajaba Moro, defendieron la actuación del ministro en las investigaciones aduciendo que “es normal que los jueces pidan agilidad” en el tratamiento de casos con detenidos.