El año electoral esta en marcha, y el Presidente Alberto Fernández abrió las Sesiones Ordinarias en el Congreso, acompañado por la Vicepresidente Cristina Kirchner. El discurso duró apróxidamente dos horas y media, en el cuál hizo un balance de su gestión, y además lanzó críticas a la Corte Suprema de Justicia y a la oposición. Del mismo modo, dijo que «Cristina es perseguida», y aunque evitó la palabra «proscripción» subrayó que «buscan su inhabilitación política».
Durante gran parte del discurso, el clima fue de tensa calma. En los palcos no había demasiada gente, y los aplausos eran discretos. Asimismo, el Diputado Máximo Kirchner no participó de esta apertura de Sesiones.
Ya sobre el final del discurso, los ánimos comenzaron a caldearse, ya que el Jefe de Estado cruzó al Máximo Tribunal y a la ciudad de Buenos Aires por la Coparticipación. Del mismo modo, el Presidente salió al cruce del ex Presidente Mauricio Macri.
«La Corte Suprema falló a favor de unos pocos, condenando a cientos de argentinos y argentinas al olvido», lanzando una mirada fulminante a dos de los miembros de la Corte Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz. Del mismo modo, el Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires Horacio Rodríguez Larreta negaba con la cabeza.
Hasta ese momento, la oposición escuchaba en silencio, y las críticas se limitaban a las redes sociales: «es un honor que usted mi insulte Diputado Iglesias». Mientras que este se marchaba junto a otros Legisladores de Juntos por el Cambio (JXC).
Asimismo, la tensión continuó escalando: «los que tentaron contra la Constitución fueron los que armaron mesas judiciales, y perseguían a Jueces, periodistas, políticos opositores y hasta sus propios compañeros».
La chicana de JXC
Como chicana política, la oposición cantó:«borombonbon, para Alberto la reelección», manifestó el Senador Luis Naidenoff, haciendo referencia a la posible candidatura del Jefe de Estado, quién le respondió irónicamente: «gracias».
Sin embargo, hubo más críticas a la Corte Suprema, principalmente cuando se habló del fallo sobre el Consejo de la Magistratura.
«Así como el Poder Ejecutivo padeció la intromisión del Poder Judicial, en funciones que le son propias, este mismo Congreso debió soportar la intromisión de la Corte Suprema a la hora de designar representantes en el Consejo de la Magistratura».
«Es un hecho grave institucionalmente hablando. Si hoy hubiésemos logrado la Reforma Judicial, y si esta Corte no hubiese tomado por asalto el Consejo de la Magistratura, hoy Santa Fe no tendría que padecer la falta de Tribunales que impiden enjuiciar con rapidez al crimen organizado que extendió en la provincia».
Posteriormente, el Jefe de Estado le envío un mensaje a la interna del Frente de Todos y a la oposición: «esto no lo arregla un Presidente o una coalición de Gobierno. Estamos todos en este barco que no puede naufragar. Nadie se salva solo, diría el Papa Francisco».
Cuando comenzó el discurso pasadas las 11:30 horas, el Presidente hizo mención al atentado que sufrió Cristina Kirchner: «hace seis meses, vivimos uno de los peores momentos en estos casi cuarenta años de democracia, como fue el intento de asesinato a la Vicepresidente».
Y agregó: «le pido a la Justicia que investigue y condene a los responsables de este hecho. Le pido que juzgue con celeridad».
Por último, el único momento en que coincidió el oficialismo y la oposición fue cuando el Presidente celebró los 40 años del regreso de la democracia.