Fue en reunión con el gobernador Gustavo Melella y luego con la ministra de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, Analía Cubino y funcionarios de la Secretaría de Deportes y Juventud. Los profesionales resaltaron la necesidad de “una mirada nueva que permita redefinir lo que es el autismo, a casi 30 años de la presencia de este diagnóstico”.
Especialistas del Centro de Rehabilitación “Libertador” realizaron –este lunes, ante el gobernador Gustavo Melella, los ministerios de Educación, Cutura, Ciencia y Tecnología, y de Salud, y la Secretaría de Deportes y Juventud- una presentación del proyecto sobre abordaje y tratamiento de niños con autismo y enfermedades de neurodesarrollo.
La iniciativa fue planteada a través de la Secretaría de Atención a Personas con Discapacidad, a cargo de Omar De Luca, quien comentó que posteriormente los profesionales brindaron una charla al personal del Centro de Rehabilitación de Ushuaia, “como parte del convenio de formación que tenemos”.
La propuesta tiene que ver con “intervenir en la gran cantidad y en el número exponencial de niños que están presentando un desorden en su desarrollo, dentro de los cuales el autismo es uno de los más significativos”, explicó el doctor Christian Plebst, psiquiatra infantil e integrante del área de “Planificación de intervención en relación al autismo y a los niños con otros perfiles de aprendizaje”.
El citado especialista anotó, por tanto, que “venimos a hablar sobre prevención, intervención y conciencia de autismo, y también a traer una mirada nueva que permita redefinir lo que es esta condición, a casi 40 años de la presencia de este diagnóstico”.
En ese marco destacó la necesidad de “capacitar a los adultos, tanto del sistema de Salud como de Educación, en todo lo que son los abordajes actualizados para niños con autismo, que tienen mucho que ver con la inclusión y con la participación en ambientes amables y abiertos para la inclusión de niños, especialmente el ambiente escolar”.
El profesional observó que “la manera tradicional es ver que los niños tienen autismo” y a partir de ahí “se piensa que el niño tiene un retraso y no se conecta.
Cuando ahora vemos que el tema es mucho más amplio porque hay niños que se conectan, que participan y se integran; pero tienen ciertos desafíos en su manera de decodificar las conductas sociales, y requieren que los demás puedan comprender de manera individualizada su perfil de aprendizaje y relacionamiento”.
Indicó también que la posibilidad de redefinirlo implica “usar con mucha más amabilidad el diagnóstico de autismo, sabiendo que hoy por hoy genera mucho estigma y puede tornarse en una profecía auto cumplida.
Cuando en realidad el diagnóstico decir debe señalar que el niño presenta un desafió en cómo integra y procesa la información que le viene por los sentidos, que afecta el aprendizaje de los códigos socioemocionales que necesita para que la mente aprenda y su cerebro se desarrolle”.
Dijo además que “al no poder hacerlo se relaciona solamente con un mundo de objetos que es más predecible y menos desafiante para sus sistema nervioso central, dejando de aprender de los vínculos.
Apartarse y aislarse bajo esta mirada pasa a ser una estrategia adaptativa del sistema nervioso del propio niño, que se ve desbordado por la cantidad de estímulos.
El jugar solo y autoestimularse logra un mundo mucho más predecible y menos estresante. Bajo esta mirada los síntomas de autismo sería una respuesta adaptativa del propio sistema nervioso, por verse superado en su capacidad de organizar toda la información que proviene de su entorno.
Esta mirada permite comprender primero al niño, y comprender que lo que llamamos “autismo”, hoy en día debe habla de un perfil de aprendizaje y no del potencial del niño. Todo niño aprende y no tiene límites si comprendemos sus tiempos, procesos y ritmos individuales.
“Comprendiendo esto, se replantea la manera de abordaje de los tratamientos”, resaltó, para señalar que a partir de ahí “los hacemos más individualizados, para adaptar el entorno al perfil de integración y procesamiento sensorial de ese niño en particular, con una pedagogía que le resulte más adecuada”, e idealmente desde las escuelas.
Hoy el diagnóstico de Autismo, según la sensibilidad de cómo se realiza y es comunicado a mis padres y familias, puede ser parte del problema o de la “solución”. Hoy precisamos aprender a hablar no solo de autismo sino especialmente de desafíos de procesamiento y regulación que generan riesgo para autismo. Es nos “devuelve” la capacidad de participar, tantos las familias como la comunidad, en la infancia, crianza, y bienestar de todos los niños.
Una manera muy práctica de que el autismo de paso a abordajes más individualizados es comprender el perfil individual de cada niño a través de un algoritmo práctico denominado PREMA: Procesamiento sensorial, Regulación emocional, Entornos ajustados, Metodología amable y Autoconocimiento y actitudes humanas).
En la práctica PREMA permite pesquisar cómo procesa sensorialmente un niño. Esto determina su Regulación Emocional. En base a este nivel madurativo, que se desprende de su P y R, es que se ajustará el Entorno (E), se adaptará la Metodología (M) y demandará mayores capacidades de Auto-conocimiento (A) y regulación de los propios adultos, especialmente del sistema de salud y educativo.
El doctor Lisandro Olmos señaló, a su turno, que el proyecto “integra a áreas tales como salud, educación, recreación, cultura y deporte” y que “va a tener diferentes fases” y que “una ya se viene realizando actualmente, que es la de relevamiento de información, para determinar cuántos niños sufren de este tipo de patología”.
“En segundo lugar se realizará un plan de comunicación y educación a todos los niveles (salud, educación, padres de la comunidad, docentes y profesionales de la salud”, avanzó, para señalar que luego se ejecutará el programa propiamente dicho y se hará la medición de resultados.
El especialista anotó que “a partir de la medición del impacto de las acciones tomadas, se podrá retroalimentar el programa e ir perfeccionándolo”, por lo que se mostró “muy optimista y con una gran expectativa”.
Una patología en aumento
Tras destacar “el interés del gobernador Gustavo Melella y de sus ministros de Salud y de Educación, para tener programas de este tipo”, el kinesiólogo Oscar Alzúa, aclaró que “si bien esto no es una pandemia, sí podemos decir que es una patología que va en aumento a nivel mundial”.
Argumentó sus dichos en el hecho de que “en los años 70, uno de cada 10 mil chicos nacía dentro del espectro autista y hoy la tasa es de un chico cada 68”, para subrayar luego que “el espectro autista tiene tal complejidad que implica una transversalidad en todas las especialidades de rehabilitación”.
Observó que “hace 44 años que hago rehabilitación neurológica y éste es un tema que está creciendo enormemente”, razón por la cual sostuvo que “es momento de traer innovación basada en la evidencia; y coordinar un gran grupo de diversos especialistas, además de los padres de estos chicos”.
“Lo que vamos a hacer ahora es trabajar, sobre todo en la educación de los padres, para que los chicos que nacen con la facilidad de tener este tipo de patología no la tengan”, manifestó.