33 º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata: “Chuva é cantoria na aldeia dos mortos” abrió la competencia internacional

En el teatro Auditorium, comenzó la competencia internacional con la proyección de la coproducción brasileña- portuguesa “Chuva é cantoria na aldeia dos mortos” (La lluvia es en Cantoria Pueblo de los Muertos), co-dirigida por el portugués João Salaviza y la brasileño Renee Nader Messora. La cual se concentra en las tradiciones espirituales de la comunidad Krahô, en la localidad de Pedra Branca, al norte de Brasil.
“Todo comenzó en 2009- refirió Renee Nader Messora -, cuando fui al pueblo de Pedra Branca por primera vez después de que un grupo de amigos hiciera un video de una ceremonia funeraria como la que filmamos en la película Era solo un viaje casual, no se suponía que volviera a la aldea. Pero realmente me fascinó lo que vi y cómo la gente Krahô me recibió. Inmediatamente decidí dejar mi trabajo en películas y publicidad y comencé a ir regularmente a la aldea”.
Asimismo señaló que “el punto de partida de la película no lo inventamos nosotros sino que lo vivimos ahí con uno de los adolescentes a quien comenzamos a seguir. Tenía quince años en ese momento, pero ya tenía esposa y un hijo. En determinado momento comenzó a sentirse enfermo, dijo que ya no podía quedarse en el pueblo. Básicamente, se sentía débil porque un chamán mayor lo había hechizado. Mientras rechazaba el tratamiento espiritual y holístico de su problema, dijo que quería escapar, huir de este mundo de tradiciones para ir al lugar de gente blanca, la ciudad de Itacajá. Estuvimos allí cuando esto sucedió. Eso fue un gran shock en el pueblo, ya que este niño pequeño rechazaba sus tradiciones y su estilo de vida indígena, y trataba de encontrar una solución o un tratamiento en la ciudad, con la ayuda de médicos o pastillas. Pero al mismo tiempo otro chamán y personas mayores le decían que su problema debería resolverse espiritualmente, que no era una enfermedad como se llama en la cultura occidental. Eso fue un conflicto entre dos culturas, dos formas de percibir o discutir la realidad”.
“Así que empezamos a pensar cuántas cosas de la forma de vida Krahô estaban siendo expuestas en este conflicto particular y de una manera tan brutal. Y basándonos en esta experiencia y en su vida, comenzamos a discutir la posibilidad de hacer una película, aunque incluso si este niño no es exactamente el mismo niño que terminamos filmando”, concluyó.