Una escuela de Baigorria tiene este juego como materia desde primer grado. Docentes y alumnos hablan de los aprendizajes.
Que ayuda a la memoria, a la concentración, a la toma de decisiones o incluso perderle el miedo a la matemática. Estos son algunos de los argumentos que suelen mencionarse a la hora de hablar de los beneficios que el ajedrez tenga un espacio en las aulas. Casi 200 escuelas de la provincia participan del Plan Provincial de Ajedrez del Ministerio de Educación, 65 de ellas en el departamento Rosario. La Capital habló con docentes y chicos que participan de esta propuesta, donde destacan además el compañerismo, la sana competencia y el que puedan disfrutar de un espacio que los contiene y los incluye sin ningún tipo de distinción. El lunes 15 de abril se celebra en el país el Día del Ajedrez Escolar.
Apenas se ingresa al patio de la escuela primaria Nº 550 «Cooperación Escolar» de Granadero Baigorria, lo primero que se percibe es que el juego está presente en cada rincón. Mientras los chicos están en clases, el sol ilumina con ganas el patio y resalta los colores vivos de la rayuela y el twister pintados sobre el cemento. Más allá un metegol espera el vendaval de chicos y chicas que querrán jugarlo en el recreo. Pero adentro de los salones, durante la semana y en el horario de clases, también hay espacio para lo lúdico. O el «deporte-ciencia», como se le llama al ajedrez. Es que de primer grado a séptimo, una vez por semana los chicos guardan las carpetas y sacan los tableros y las piezas y practican con los peones, alfiles y torres.
Los comienzos
En esta escuela de Baigorria el proyecto comenzó a gestarse a fines de 2014, mediante una prueba piloto —a cargo de la Asociación Cooperadora— con los chicos y chicas de sexto grado. Al año siguiente ya el proyecto sumó a los chicos de tercero y cuarto y la escuela participó como invitada en una competición en Rosario, con muy buenos resultados. El entusiasmo fue creciendo, se fueron sumando más participaciones y con ellas los primeros trofeos. En 2016 a la escuela se la invitó a jugar por los puntos en el Campeonato Rosarino de Ajedrez Escolar, donde salieron campeones interdistritales en la categoría inicial, con chicos de los primeros años de la primaria. Un año más tarde volvieron a salir campeones en las categorías inicial y en avanzada. Para entonces el ajedrez se había extendido de primero a séptimo grado, ya con las horas de cuarto solventadas por el Ministerio de Educación santafesino.
«En 2018 Rosario no nos convocaron más de Rosario. Entonces se hicieron torneos en Baigorria y los chicos de acá salieron campeones», cuenta Laura Saccomano, docente y vicedirectora reemplazante del turno tarde de la institución. En sus manos, la profe sostiene una carpeta negra que fueron armando con los recortes de noticias que dan cuenta de los logros de los chicos y chicas, donde año a año se fueron superando. Y el proyecto pedagógico del ajedrez escolar creciendo a la par.
Peón 4 Rey
En el día a día, las clases de ajedrez en la 550 son de una hora cátedra, una materia más igual que plástica, dibujo o tecnología. Pero desde este año se incorporó de forma integral al proyecto pedagógico de la escuela. «Entonces de primero a tercero trabajan con un material, de cuarto a sexto con otro, hay un proyecto de hacer torneos tácticos con los chicos más grandes. Y estamos tomando todo el material que hay sobre el ajedrez, ya sea de matemática o las historias sobre el juego, porque ya el ajedrez atraviesa todas las materias», cuenta Saccomano. Hoy la escuela cuenta con tres profes abocados a esta materia.
Pero el ajedrez no se limita a las horas de clases y muchos chicos siguen practicando en sus casas, en clubes del barrio o en sitios de internet donde juegan con amigos. «Nos damos cuenta de la magnitud de esto porque los chicos están muy copados con el ajedrez. Hacemos torneos internos y nos sorprendió ver chicos jugando partidas de una hora. Es un hora de un niño pensando sentado», describe Saccomano.
Según datos del Ministerio de Educación de Santa Fe, 194 es el total de escuelas alcanzadas por el Plan Provincial de Ajedrez. En cuanto a las que tienen horas de ajedrez en el marco de Jornada Ampliada son 45 establecimientos, con representatividad de todas las regionales. Asimismo, en el departamento Rosario, 65 escuelas integran el Plan Provincial de Ajedrez. De éstas, doce son de Jornada Ampliada y diez corresponden a la ciudad de Rosario.
Ganar, empatar y aprender
Mientras transcurre el recreo, aparece en la sala de informática una nena de séptimo. Cuenta que hace tres años y medio que juega al ajedrez. «Me gusta porque parece un juego tranquilo, que se refleja mucho en la vida real, lo probé una vez y me gusto», dice la alumna. Tiene 12 años y cuando sale de la escuela practica en su casa, con hermanos o con la compu. Y sobre la idea que ayuda incorporar contenidos de matemática, dice: «Yo eso lo comprobé este año. Me ayudó mucho con el tema de las escalas y la proporcionalidad, que se parecen mucho al tablero de ajedrez».
A su lado, un nene de su mismo curso dice que lo que más disfruta son los torneos, sobre todo porque van amigos «pero también se puede conocer gente de otros lados». Los intercolegiales son por equipos mixtos y si bien surgen las rivalidades del momento, ellos saben que cuando termina la partida se tienen que dar la mano y siguen siendo amigos. Porque como dicen los chicos a coro, no se pierde sino que «se gana, se empata y se aprende».
Desde 2007, cada 15 de abril se celebra en la Argentina el Día del Ajedrez Escolar, en homenaje al nacimiento de Miguel Najdorf, maestro internacional de este deporte y considerado como el mejor ajedrecista argentino de la historia.
Najdorf nació en 1910 en Varsovia y en 1939 la Segunda Guerra Mundial lo sorprendió en un torneo en Buenos Aires y se quedó en el país. En 1943 estuvo en Rosario y batió un récord mundial al jugar «a ciegas» contra 40 tableros.
En 1950 recibió el título de Gran Maestro Internacional y representó a la Argentina en distintos campeonatos.
>> La educación de pensar en sí mismos
«La misión del ajedrez en las escuelas no es la erudición de sacar maestros de ajedrez. La educación mediante el ajedrez debe ser la educación de pensar por sí mismo». La frase de Emmanuel Lasker abre los «Fundamentos y propuestas para el desarrollo del Plan Provincial de Ajedrez», una iniciativa del Ministerio de Educación de Santa Fe que coordina Juan Jaureguiberry.
En el sitio web del programa (ajedrezsantafe.com), el coordinador destaca que existe una amplia experiencia internacional, nacional y en nuestro propio plan provincial sobre las implicancias positivas de la enseñanza escolar del ajedrez.
Entre otros puntos menciona que el aprendizaje y la práctica del ajedrez desarrolla en el niño todas las habilidades intelectuales que son objetivos del proceso educativo escolar:
• La capacidad de observación
• La atención y la concentración
• La memoria
• La creatividad y la imaginación
• El análisis y la síntesis
• La elaboración de hipótesis
• El cálculo y la reversibilidad
• El pensamiento estratégico
Además, sostiene que mejora la autonomía y la voluntad para la toma de decisiones. «La partida de ajedrez como secuencia continua de jugadas desarrolla las aptitudes del alumno frente a todos los factores que intervienen en la toma de decisiones», explica al respecto.
En otro tramo, destaca que eleva la autoestima. «La búsqueda de mejores resultados promueve en el niño el desarrollo de una personalidad autónoma y una mayor confianza en sus capacidades. A la satisfacción cuando logra ventajas, se agrega la autocrítica si la derrota sobreviene por errores propios o la búsqueda de superación si sobreviene por la superioridad del rival».
También, que «como contenido transversal potencia el aprendizaje significativo de una importante cantidad de conceptos incluidos en los contenidos curriculares de matemática: todos los conceptos topológicos; en geometría los conceptos de paralelas y perpendiculares, ángulos, clasificación de cuadriláteros y de triángulos, etcétera, en aritmética ecuaciones e inecuaciones, fracciones, funciones».
Por otra parte, sostiene que promueve la conjugación de múltiples sistemas de lenguaje: «Junto con una utilización más precisa del idioma en la formalización de las reglas del juego y la formulación de problemas, los alumnos incorporan un lenguaje ajedrecístico específico para las jugadas y un lenguaje ideográfico para la representación en los tableros de las posiciones.