Como se dijo anteriormente, la inflación fue de un 13,2% y la acumulada en estos últimos doce meses llegó a un 276,2%. De igual modo, la inflación de enero fue de un 20,6%, lo que significa que este 13,2% marcó una «desaceleración». Cabe destacar que el índice inflacionario de diciembre fue de un 25,5%, siendo el porcentaje más alto desde 1991. En lo que va de este 2024, la acumulada trepa a un 36,6%.
«En ese sentido lo que más aumentó fue el rubro Comunicaciones (24,7%), a raíz de los incrementos en los servicios de telefonía e internet, continuó el rubro Transporte (21,6%), como consecuencia de las subas en el boleto del transporte público y Vivienda, Agua, Electricidad, Gas y otros Combustibles (20,2%), por los aumentos de la electricidad», indicó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
Por otro lado, el rubro Alimentos y Bebidas No Alcohólicas también subió un 11,9%, por debajo del promedio. Del mismo modo, subrayan que las principales alzas se dieron en Carnes y derivados, Pan y Cereales y Leche, Productos lácteos y huevos. Mientras que donde no hubo demasiadas variaciones en febrero fue el rubro Recreación y Cultura (8,6%) y Prendas de Vestir y Calzado (7,2%).
Entre tanto, en la categoría de Precios Regulados comandó el aumento (21,1%), a raíz de los fuertes incrementos de los servicios públicos, le siguió el IPC Núcleo (12,3%) y los Estacionales registraron una suba del 8,7%.
En contraste, las Consultoras Privadas indicaron que la inflación de febrero iba a estar en un 15,8%.
Del mismo modo, el Presidente Javier Milei sostuvo en la mañana de ayer que «el número iba a ser más bajo de lo esperado». Y además afirmó que era un ‘numerazo’. Previamente, el ministro de Economía, Luis Caputo señaló que «la inflación iba a estar más cerca de un 10% que de un 20%».
La celebración del Gobierno
Tras conocerse estos datos, el Gobierno celebró este número: «los precios se están desacelerando».
«La suba de la inflación es producto de la emisión descontrolada de los últimos años y el despilfarro económico generado por el ex ministro de Economía, Sergio Massa», agregaron desde Presidencia.
Hay que subrayar que, el Presidente cuando asumió el 10 de diciembre del año pasado sostuvo: «recibimos una inflación del 15.000% anual y voy a luchar con uñas y dicentes. Asumo este compromiso y el objetivo es innegociable».
Sin duda la «caída» de la inflación se reforzó aún más con la decisión del Banco Central de bajar la tasa de interés de un 110% a un 80%.
De todas maneras, el Gobierno se «mostró» preocupado por la suba de los precios de la canasta básica. Cabe destacar que el pasado lunes, el titular del Palacio de Hacienda se reunió con los supermercadistas para que bajen los precios.
«El ministro hizo hincapié en el hecho de que los precios de los productos de consumo masivo no reflejar hoy la nueva realidad económica. En ese aspecto, se debatieron alternativas para combatir el incremento desmedido de los precios y proteger a los consumidores».
La liberación de las importaciones de los productos de la canasta básica
En el día de ayer, el Vocero Presidencial anunció la liberación de importaciones de productos de la canasta básica y medicamentos, con el fin de que bajen los precios en el mercado interno.
También se detalló que el Banco Central va a reducir el pago de importaciones de alimentos, bebidas y productos de limpieza, cuidado e higiene personal. Así pasarán de un esquema de pago en 4 cuotas a los 30, 60, 90 y 120 días a un plazo de pago en una sola cuota a los 30 días, bajando el costo financiero de ingresar esos productos desde el exterior.
Del mismo modo, se suspendió por el período de 120 días, el cobro de las percepción del IVA adicional, el Impuesto a las Ganancias a las importaciones de estos productos y de los medicamentos.
Dentro de este régimen está incluido la banana, papas, carne de cerdo, café, atún, productos de cacao, insecticidas, shampoos, pañales, entre otros.
Por último, el ministerio de Economía indicó que «esta medida alentará la importaciones de los productos de la canasta básica, cuyo precio en el mercado local sea superior al precio internacional, lo que contribuirá a una mayor competencia y, en consecuencia, a una caída en la inflación y en el nivel de precio de estos productos».