Pese a que se prevé una inflación de 40%, los propietarios están siendo conservadores.
En las últimas dos semanas, la estimación de inflación pasó de 32 a 40% y el dólar, de $ 30 a $ 39. En el medio, se vieron locales cerrados por la falta de valores de venta, un clásico cuando la economía se descalabra tan vertiginosamente. Pero la vida sigue y hay precios que hay que definir aunque no se sepa qué pasará. Uno de ellos es el de los alquileres, que se van venciendo y hay que renovar.
«Estamos muy complicados, como en cantidad de otros rubros», asegura Elsa Rozenblat, de Rozenblat Propiedades. Es que las expectativas de aumento de los alquileres que tienen los propietarios e inmobiliarias chocan con salarios que se están quedando rezagados. «Estamos pidiendo 15 % semestral (de aumento) lo que no se está ajustando a la realidad económica del momento, pero existe la imposibilidad de incrementar 20% porque los sueldos de ninguna manera han subido en esa proporción«, agrega.
Por eso, si el inquilino es buen pagador, los propietarios optan por seguir con el 15 % semestral (el mismo monto que se pide para renovación). Prefieren ceder unos puntos antes que tener el departamento vacío, con lo que eso implica en gastos, especialmente en las expensas.
En promedio, el alquiler mensual de un departamento de dos ambientes va de $ 10.000 a $ 12.000, según el costo de las expensas y la ubicación, mientras que un tres ambientes oscila entre $ 13.000 y $ 17.000.
Armando Pepe, de la inmobiliaria homónima, ubica los valores de aumento un poco más abajo, entre 12 y 15% semestral. «Estamos viendo que todo sigue igual. No hubo cambios porque el mercado no los aguanta. Si se aumentara al 40% que da el relevamiento del Banco Central entre los economistas, queda todo vacío«, señala. El especialista asegura que hoy «lo más grave es el aumento terrible de las expensas, el ABL, la luz y el resto de los servicios. Estamos pidiendo al gobierno de la Ciudad que todas las propiedades menores a 60 m2 no paguen ABL para ayudar a los inquilinos». Las expensas no bajan de $ 2.000 al mes y, según Pepe, hay casos en donde son más altas que el alquiler.
Aunque está prohibida la indexación de los contratos, ya hace años que inmobiliarias e inquilinos encontraron la vuelta para acordar los aumentos periódicos. Sin embargo, en las inmobiliarias sugieren que podrían fijarse los contratos en UVA, unidades que reflejan la inflación y ya se usan para los créditos hipotecarios. Daría un costo más ajustado a la realidad y no se correría el riesgo de que siempre termine ganando una de las dos partes.
«Nosotros proponemos que se use UVA para que no haya más un error para alguna de las partes al hacer la estimación a futuro de la suba de precios. Produce inestabilidad en el mercado. Hoy no se puede indexar, pero se puede hacer una ley que salga rápido, como se hizo con la 5.859 (que puso tope a las comisiones, que ahora deben pagar los propietarios)», indicó Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina y de la inmobiliaria que lleva su apellido.
En cuanto al alquiler de locales y oficinas, los porcentajes de incremento son los mismos que las viviendas, con la salvedad de que la demanda bajó. Por eso a los propietarios les cuesta más encontrar un nuevo inquilino. «El área comercial directamente está sin movimiento. No hay gente viendo locales en este momento. Están esperando la evolución de la situación. Y los locales vacíos, cuestan. Por eso, los dueños van a tener que poner en la balanza cuántos alquileres pierden para conseguir un nuevo inquilino y si les conviene más quedarse con anterior», afirma Rozenblat.