El Globo y el Lobo terminaron 2-2 en La Plata.
Gimnasia y Esgrima La Plata y Huracán igualaron 2 a 2, en uno de los tres partidos que le dieron continuidad a la 15ta fecha de la Superliga.
Carlos Auzqui (1m.PT) abrió el marcador para Huracán, igualó Santiago Silva (10m.PT), otra vez el visitante se puso arriba en el marcador por intermedio de Patrico Toranzo (29m.ST) y Maximiliano Comba (32m.ST) puso el empate final.
El partido se jugó en el estadio Juan Carmelo Zerillo del bosque platense y fue arbitrado por Pablo Echavarría.
En el primer avance Huracán se puso en ventaja, cuando Auzqui aprovechó un despeje corto de Germán Guiffrey y definió ante la salida de Alexis Martín Arias.
Reaccionó rápido Gimnasia y llegó al empate a los 10 minutos tras un centro preciso desde la derecha de Víctor Ayala que conectó Silva de cabeza.
En un partido parejo Gimnasia tuvo movilidad e intensidad pero solo llegó hasta tres cuartos de cancha, mientras que Huracán atacó cuando vio la oportunidad, como con dos remates desde afuera de Walter Pérez desviado o una oportuna “peinada” de Fabián Rinaudo al tiro de esquina cuando un centro caía a la cabeza de Andrés Chávez, de frente al arco.
En el complemento el desarrollo fue desprolijo pero más emocionante.
Gimnasia, con el ingreso del venezolano Jan Carlos Hurtado, tuvo más movilidad, ante un Huracán que esperó.
Así el local lo tuvo con Horacio Tijanovich, cara a cara con Marcos Díaz, pero definió débil y perdió con el arquero, que luego le ganó magistralmente el duelo al citado Hurtado, quien se lo perdió desde in mejorable posición.
Y en un contraataque, Lucas Gamba envió un centro desde la derecha para la entrada por el otro sector del recién ingresado Toranzo, que definió con un tiro suave.
Gimnasia reaccionó casi de inmediato, cuando Saúl Salcedo no alcanzó a rechazar una pelota al área y Comba empató de cabeza, con Díaz ya en el piso.
Huracán dejó pasar una buena chance de mantenerse cerca del líder Racing ante un Gimnasia que soportó el cansancio físico por haber jugado dos partidos en 72 horas y la pesada carga emotiva que significó perder la final de la Copa Argentina ante Rosario Central, aunque al menos cortó una racha de cuatro derrota consecutivas.