Mercedes, con Hamilton y Bottaz, hizo el 1-2 en Sochi.
La F-1 puede ser tan fantástica como cruel. Y lo que le ocurrió al finlandés Valtteri Bottas en el Gp de Rusia es un claro ejemplo. Después de marcar la pole, dominar la carrera y hacer todo bien para merecer la victoria en el circuito de Sochi, le dejó la gloria a su compañero inglés Lewis Hamilton por pedido de su equipo. Así, Mercedes logró un contundente doblete; mientras que Hamilton logró 25 puntos que lo acercan aún más a su quinto título, ya que ahora tiene 50 unidades de ventaja sobre el alemán Sebastian Vettel (Ferrari), que completó el trío de punta.
Aunque fue una buena competencia, las caras de los tres primeros en la ceremonia del podio dejó bien claro que ninguno parecía conforme con lo logrado. Hamilton consiguió un triunfo, pero sin hacer mucho esfuerzo y gracias a la orden de su equipo; Bottas se quedó con las manos vacías después de tener un gran fin de semana; y Vettel se percató de lo difícil que será batir a las “Flechas de Plata” en lo que resta de la temporada.
El momento clave ocurrió durante la 25ª vuelta. Fue cuando Bottas le cedió el paso a su coequiper después de una comunicación radial. “Lewis estaba en peligro ante Vettel”, le explicaron sobre la dura porfía que tenían detrás los candidatos al cetro. Aunque el nórdico pidió recuperar su posición de privilegio en la última vuelta, Mercedes optó por priorizar la victoria de Hamilton.
“Es un día bastante difícil… Valtteri se comportó como un auténtico caballero dejándome pasar. Puedo entender lo difícil que ha sido para él, que merecía la victoria”, reconoció Lewis, que logró su 70° éxito en la F-1, el octavo del año y el quinto en las seis últimas carreras.
Aunque Vettel fue el principal perjudicado, entendió la situación. “Hay que felicitar a los dos porque jugaron muy bien como equipo.”
Las órdenes de equipo en la F-1 no son algo nuevo. Siembre las hubo y siempre las habrá. Después de todo, hay un título en juego… Y no uno cualquiera.