La actividad física regular y el mantenimiento de un peso corporal saludable, junto con una dieta sana, sin fumar ni tomar en exceso, reducirían el riesgo de padecer esta enfermedad.
La prevención, el avance en la investigación y el trabajo de un comité multidisciplinario que evalúe cada caso en particular son las claves actuales para reducir la mortalidad y mejorar la calidad de vida de los pacientes con tratamientos más efectivos y menos tóxicos cuando hablamos de cáncer.
El cáncer es un conjunto de enfermedades que aparece mencionada desde la antigüedad. Hipócrates usaba el término carcinos al comparar los tumores con los cangrejos, por el aspecto de ciertos tumores con sus prolongaciones y que le rememoraban al crustáceo.
Por largo tiempo, el cáncer fue una enfermedad incurable pero gracias a los progresos de la medicina, en la actualidad numerosos cánceres son curados, aunque todavía la palabra guarda una carga simbólica negativa en la sociedad.
Los cánceres se originan por un mal funcionamiento de ciertas células del organismo, que comienzan a multiplicarse proliferando, primero de forma local, posteriormente a los tejidos vecinos y después a distancia formando las metástasis. El cáncer puede aparecer prácticamente en cualquier lugar del cuerpo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) 8,8 millones de muertes por año se atribuyen al cáncer. Y los que causan un mayor número anual de muertes son los de pulmón, hígado, estómago, colon y mama.
Factores de riesgo y sistema inmunitario
“El cáncer no es el resultado de una causa única, generalmente es el producto de diferentes factores externos e internos y la predisposición genética. Los factores externos son los ligados al medio ambiente (irradiaciones, virus, bacterias y productos industriales) o al estilo de vida (tabaco, alcohol y una incorrecta alimentación). Mientras que los factores internos son los asociados a la edad (mayor riesgo después de los 60 años) y a la herencia (mutaciones heredadas de sus parientes presentes en todas las células). Por último, la predisposición genética es responsable del 5 al 10% de todos los cánceres”, explicó a Infobae el doctor Roberto Badra, miembro de la Comisión de Oncología de la Asociación Argentina de Cirugía (MAAC).
Y agregó: «En tanto, el sistema inmunitario es la barrera de defensa natural del organismo. Dispone de armas especializadas que son capaces de detectar células anormales y eliminarlas. Solamente si las defensas inmunitarias se encuentran desbordadas se puede desarrollar el cáncer».
Menos casos por mejor prevención
Según la OMS, al menos un tercio de todos los cánceres, pueden prevenirse. La prevención constituye la mejor estrategia costo-efectiva a largo plazo para controlar el cáncer. Es decir, entre el 30% y el 50% de los cánceres se pueden prevenir adoptando hábitos saludables.
“El tabaco es el factor de riesgo evitable que por sí solo provoca más muertes por cáncer en todo el mundo, causando un 22% aproximadamente de muertes anuales. Los cánceres asociados al tabaquismo son de: pulmón, esófago, laringe, boca, garganta, riñón, vejiga, páncreas, estómago y cuello del útero”, explicó Batra que también es cirujano de Staff del Sanatorio Allende y Hospital Nacional de Clínicas de Córdoba.
En relación a las causas, el médico oncólogo clínico Gonzalo Recondo, jefe de Oncología Clínica del Instituto Universitario CEMIC afirmó que “lejos, entre las causas más importantes se encuentran los agentes carcinógenos que están presentes en el cigarrillo, y el ser fumador o el uso de tabaco en todas sus formas es el factor de riesgo más importante”. Otros factores de riesgo de menor relevancia son los fumadores pasivos, la polución ambiental y ciertas exposiciones laborales como el asbesto.
Batra señaló que la actividad física regular y el mantenimiento de un peso corporal saludable, junto con una dieta sana, reducirían el riesgo de padecer cáncer. También puntualizó que el consumo de alcohol también es un factor de riesgo. Asimismo, las infecciones virales como la hepatitis B y C, se asocian al cáncer de hígado, el virus del papiloma humano al cáncer de cuello de útero, y el Helicobacter pylori puede aumentar el riesgo de cáncer de estómago.
«La contaminación ambiental del aire, agua y del suelo, por distintos agentes químicos aumenta el riesgo de cáncer y las radiaciones ionizantes pueden provocar leucemia y varios tumores sólidos», indicó el especialista.
Evitar los factores de riesgo más conocidos es un modo de acción fundamental para prevenir ciertos cánceres. La Asociación Argentina de Cirugía recomienda no fumar, tener una alimentación diversa y equilibrada, evitar el sobrepeso, practicar deportes en forma regular y evitar la exposición a los rayos ultravioleta. Además, el diagnóstico temprano del cáncer salva vidas y reduce los costos del tratamiento.
Principal causa de muerte en todo el mundo
Según los últimos datos que publica la OMS, el cáncer es una de las primeras causas de muerte a nivel mundial. Los cánceres que causan un mayor número anual de muertes son los de pulmón, hígado, estómago, colon y mama. Los tipos más frecuentes de cáncer son diferentes en el hombre y en la mujer.
Aproximadamente un 30% de las muertes por cáncer se deben a cinco factores de riesgo comportamentales y alimentarios (índice de masa corporal elevado, consumo insuficiente de frutas y verduras, falta de actividad física y consumo de tabaco y alcohol) y, por lo tanto, pueden prevenirse.
Las infecciones que pueden provocar cáncer, como las causadas por los virus de las hepatitis B y C y el del papiloma humano, son responsables del 20% de las muertes por cáncer en los países de ingresos bajos y medianos y del 7% en los países de ingresos altos.
El cáncer comienza con la transformación de una sola célula, que puede tener su origen en agentes externos y en factores genéticos heredados. El 70% de todas las muertes por cáncer registradas en 2012 se produjeron en en África, Asia, América Central y Sudamérica. Se prevé que los casos anuales de cáncer aumentarán de 14 millones en 2012 a 22 en las próximas dos décadas.
“La Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC) publicó que en el año 2018, Argentina presento una tasa de incidencia de 212 casos por 100.000 habitantes, a cifra que la posiciona dentro de los países del mundo con incidencia de cáncer media-alta, ubicándola a su vez en el séptimo lugar en Latinoamérica”, precisó a Infobae la doctora Carolina Cayetti.
La médica egresada de la Universidad del Salvador (USAL) agregó: «Basándose en datos provenientes de los Registros de Cáncer de Base Poblacional (RCBP) de nuestro país, se ha calculado para Argentina una incidencia de 269 casos nuevos de cáncer por año por cada 100.000 varones y 290 por cada 100.000 mujeres.
Cánceres hereditarios
Una de las principales causas de riesgo aumentado de cáncer son los cánceres hereditarios. “Las mutaciones genéticas heredadas desempeñan un papel importante en alrededor del 5 al 10 por ciento de todos los cánceres. Los investigadores han asociado mutaciones en genes específicos con más de 50 síndromes de cáncer hereditario, que son trastornos que pueden predisponer a las personas a desarrollar ciertos tipos de cáncer”, indicó Cayetti.
Y agregó: «Las pruebas genéticas para los síndromes de cáncer hereditario pueden determinar si una persona de una familia que muestra signos de dicho síndrome tiene una de estas mutaciones. Estas pruebas también pueden mostrar si los miembros de la familia sin enfermedad obvia han heredado la misma mutación que un miembro de la familia que porta una mutación asociada al cáncer».
Muchos expertos recomiendan que se consideren las pruebas genéticas para determinar el riesgo de cáncer cuando alguien tiene antecedentes personales o familiares que sugieren una condición de riesgo de cáncer hereditaria (edades jóvenes, más de un tipo de cáncer, varias generaciones, tipos de cáncer raros), siempre que los resultados de la prueba se puedan interpretar adecuadamente y cuando los resultados proporcionan información que ayudará a guiar la atención médica futura de una persona.
Controles de salud para prevenir el cáncer
-Mujeres de 25 a 64 años: realizarse el examen de PAP o Test de VPH a fin de detectar la presencia de VPH de alto riesgo, virus que, si no se trata, con el tiempo puede convertirse en cáncer de cuello de útero.
-Mujeres de 50 a 69 años: las mujeres que nunca tuvieron enfermedades en las mamas ni tienen antecedentes familiares ni síntomas deben realizarse una mamografía cada 1 o 2 años. Las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama deberán decidir con su médico cuál es el momento adecuado para comenzar con los controles.
-Hombres y mujeres de 50 a 75 años: realizar el test de sangre oculta en materia fecal inmunoquímico y/o colonoscopía.
-Hombres de 50 a 75 años: Tacto rectal y examen de PSA en sangre para detección de cáncer prostático.
La importancia de la investigación
“Actualmente una de las claves del tratamiento del cáncer, es la discusión de cada caso en un comité multidisciplinario, con profesionales de diferentes especialidades, logrando con la competencia de las diferentes opiniones, acercarse con más probabilidad al mejor tratamiento para el paciente. Los miembros del comité tienen una visión más global de la patología, optimizando la evaluación de cada paciente, alcanzando un porcentaje mayor de curación. Una evaluación errónea, al comienzo de la enfermedad, por decisiones individuales, puede ser muy difícil de revertir”, remarcó el doctor Badra.
Tratamientos y medicina de prevención
Según destaca Badra, los cánceres son muy diferentes de un enfermo a otro debido a las múltiples variedades y cada variedad puede ser tratada en etapas diferentes. La heterogeneidad de los diferentes cánceres hace imposible combatirlos con un solo esquema de tratamiento.
“La cirugía, la radioterapia y la quimioterapia constituyen actualmente los grandes pilares del tratamiento de los canceres. La cirugía es uno de los medios más eficaces. Evolucionó de forma notoria en estos últimos años, en la organización y sus indicaciones, asociadas en la mayoría de las veces, a un tratamiento multimodal, previa discusión del comité multidisciplinario”, afirmó el especialista.
El tratamiento quirúrgico curativo de los cánceres tiene por objetivo extirpar el tumor maligno y sus ganglios regionales. La cirugía es completa cuando fue resecado todo el tumor y hay márgenes sanos.
En ciertos canceres, la cirugía se indica también para reducir el tumor y facilitar otros tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia. O puede estar indicada para la extirpación de ciertas metástasis. Más del 90% de las muertes por cáncer las determina las metástasis.
“También llamada medicina personalizada, medicina molecular, medicina estratificada o medicina 4P (predictiva, preventiva, personalizada y participativa) propone al paciente un tratamiento adaptado a las características de su tumor. No reemplaza a los tratamientos actuales sino que sirve para complementar lo que existe en la actualidad”, insistió Badra.
Y adelantó que para su aplicación se necesita conocer el porta retrato molecular de cada tumor, que se obtiene del análisis del ADN con métodos diagnósticos de avanzada (diagnóstico molecular). Con este análisis del genoma tumoral, los medicamentos son dirigidos sobre un blanco específico, según el perfil genético del tumor de cada paciente. Sus dos pilares son la terapia dirigida contra un blanco específico y la inmunoterapia.
«Actualmente muchos cánceres pueden convertirse en una enfermedad crónica gracias a los nuevos tratamientos y su eficacia. No obstante, las mejoras en el conocimiento del cáncer vendrán de: la oncología moderna, la prevención, el screening, las imágenes y la biotecnología, las pluridisciplinas, las mejoras de la calidad organizacional, la inteligencia artificial (big data) y una nueva cultura en la evaluación global de la enfermedad», sostuvo Badra.
Y concluyó: “Estamos viviendo una revolución humana, tecnológica, médica y organizacional, brindando esperanza en los pacientes. Contra el cáncer todos tenemos un rol que jugar, y es deber de todos los profesionales médicos construir con los pacientes los progresos en el tratamiento”.