A poco metros del Kremlin, en el Manezh, la mayor sala de exposiciones de la ciudad, se desarrolla la que ya es considerada la muestra más importante del año en Rusia. En “Dalí, arte mágico” se exhiben 188 de sus obras, entre pinturas, dibujos, acuarelas y grabados.
Por décadas, el arte occidental fue vetado en Rusia y el pintor Salvador Dalí fue una de sus principales víctimas. La obra del maestro del surrealismo solo podía apreciarse en los pocos libros o láminas que podían sortear la censura de las fronteras. Esos tiempos, en los que se lo consideraba un referente de la decadencia cultural, terminaron y por eso se lleva adelante la mayor retrospectiva del catalán en la historia y nada mejor que una reivindicación en el corazón de Moscú.
A poco metros del Kremlin, en el Manezh, la principal sala de exposiciones rusa con un espacio de unos 7.000 metros cuadrados, se presenta Dalí, arte mágico, que exhibe 188 de sus obras, entre pinturas, dibujos, acuarelas y grabados.
Durante casi dos meses, hasta el 25 de marzo, los visitantes podrán disfrutar de las creaciones del genio de Figueres que abarcan todos los períodos de su obra. Para los locales la muestra no solo despierta curiosidad por acercarse a ese legado artístico por años inaccesible, sino también por que su esposa, amiga y musa, Gala, nacida como Elena Ivánovna Diákonova, era de origen ruso.
“Yo creo que los rusos saben captar el misterio que emana de la obra de Dalí”, dijo la directora de los Museos Dalí de la Fundación Gala-Salvador Dalí y comisaria de la exposición, Montse Aguer, sobre el interés que despierta el artista español. Y agregó: “Este sentido trágico de la vida que a veces aparece en la obra de Dalí, yo creo que les interesa; el enigma, el misterio. Y los dos eran dos personajes enigmáticos y la obra de Dalí lo es mucho”.
“El montaje me parece muy interesante. Toman elementos del Teatro Museo Dalí en Figueres, que es la última gran obra de Dalí. Entonces han intentado escenificar un poco todo el simbolismo y el mundo de Dalí”, dijo la comisaria de la exposición, organizada por la fundación rusa “The Link of Times” y el museo Faberge.
El recorrido sigue un criterio cronológico. Parte del Dalí de los paisajes juveniles impresionistas de la década de 1910 y termina en los últimos lienzos abstractos de los 80. Y también, y con especial importancia, está su trabajo más maduro de los períodos surrealistas y “nuclear-místicos”
Los visitantes de la exposición podrán apreciar obras como El hombre invisible (1929-1933), Elementos enigmáticos de un paisaje (1934) o Autorretrato blando con bacon frito (1941). Además se exponen una serie de dibujos y grabados, así como las ilustraciones originales del libro de Dalí 50 secretos mágicos para pintar.
“La exposición es el hilo conductor de algo que nos importa mucho más, que es hacer ver al mundo la importancia del personaje de Dalí y también de Gala”, dijo a su vez, en la rueda de prensa previa a la inauguración de la muestra, el presidente de la Fundación Gala-Salvador Dalí, Jordi Mercader. Y sostuvo que la Fundación “cree y está convencida de que (Dalí y Gala) eran dos personajes que anticiparon con su visión el mundo actual”.
El interés por Gala también juega un rol importante. De hecho, alrededor de 150.000 rusos visitan cada año el museo de Dalí en Figueres, siendo el segundo grupo más grande de ciudadanos extranjeros.
La muestra también indaga en una de las facetas menos conocida del artista, su obras de teatro o como autor de imágenes publicitarias, desde el logo de Chupa-chups a los calendarios Pirelli, y algunos de sus trabajos para casas de moda.
“Dalí decía que le gustaría ser el Rafael de su tiempo. Entonces es una manera de ver toda su obra, toda su evolución. Están representados (en la exposición) todos sus periodos, que yo creo es la mejor manera de entrar en el mundo de Dalí”, agregó Aguer.
En la exposición se ve “a un chico que con 13 años pintaba en un pequeño pueblo en la costa del Mediterráneo, sus primeras obras llenas de luz, y al mismo tiempo Gala salía de Moscú para ir a encontrarse con Paul Éluard en París”, dijo Mercader.
Las obras que componen la exposición en el Manezh, que cuenta con el patrocinio del Ayuntamiento de Moscú, pertenecen a los museos Dalí, Museo Reina Sofía y a colecciones privadas.
“Tendremos un gran programa paralelo con conferencias, exhibiciones de películas, espectáculos teatrales y musicales”, señaló por su parte el director del Museo Faberge y presidente de la fundación “The link of Times”, Vladímir Voronchenko, al destacar que se trata de una exposición única en su género.
Anunció que habrá un concurso de disfraces y agregó: “Creo que mucha gente vendrá de Dalí y de Gala. Definiremos los días para el concurso y habrá premios para los ganadores”.
“Hemos trabajado cerca de tres años para hacer realidad esta exposición y nos hemos esforzado mucho para que sea bella y original”, resumió Voronchenko.