«Yo no me fui del PRO. Otros se corrieron y hacen alianzas con el oficialismo». El ex Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta tiene en claro de que lado está y que lado va a jugar, por ahora «distanciado» del partido del ex Presidente, Mauricio Macri.
Sin lugar a dudas, la definición política de Larreta tiene un trasfondo más allá de la política, ya que mira con cierta resignación como dirigentes de lo que ¿Era? el PRO como se encolumnan en las filas de La Libertad Avanza (LLA). Es más, desde el Larretismo sostiene que Macri «entregó» el partido.
Es más, hay dirigentes que le responden a Larreta que continúan dentro del PRO como Guadalupe Tagliaferri, Álvaro González o Pablo Avelluto. Por ahora, el PRO conserva ese cascarón, pero ese cascarón puede resquebrajarse en mil pedazos si se cierra una alianza entre el PRO y LLA. Si esto ocurre, muchos larretistas se irán.
Por otro lado, Rodríguez Larreta tiene una hipótesis sobre este «pacto» entre el PRO y LLA en el corto plazo. Sostiene que la ciudad de Buenos Aires, donde se desdoblaron los comicios, ya que competirán de manera separada. Mientras que a nivel nacional irán juntos. Sin dudas, que si este acuerdo prospera, habrá más capítulos por analizar.
Si el acuerdo a nivel nacional sucede, Larreta entiende que se le abre un camino para recorrer en la competencia electoral, ya que podría ser candidato a Senador Nacional por la Capital Federal, lo está analizando, aunque sin ningún tipo de apuro. De igual modo, analiza otras cartas como la de ser Diputado Nacional o Legislador porteño. Al momento, no descarta ninguna opción.
De hecho, Larreta va a medir el contexto político, el escenario electoral y los actores políticas. No tiene sentido, dar definiciones concretas, cuando aún no se sabe quienes serán los protagonistas de esta obra. Pero él (Larreta) sabe que si quiere ser un actor importante en el 2027, estas Elecciones son muy importantes.
La alianza entre el PRO y LLA
Tomando en cuenta el escenario electoral porteño, Larreta avisora que una alianza entre el PRO y LLA puede sumarle el 45% de los votos, el 25% o tal menos se iría al peronismo, el 30% restante no se sabe adonde irán.
Larreta sabe que una posible candidatura suya no tiene chances concretas de obtener el primer lugar, pero tendrían un número y crecer aún más en las Elecciones Presidenciales del 2027.
«Si yo compito quiero hacer una Elección digna, de 15 puntos», le confesó Larreta a uno de sus allegados. Es realista , y haber perdido la interna con Patricia Bullrich lo obligó a reconfigurar y entender las limitaciones y las necesidades.
El ex Jefe de Gobierno no tiene una gran estructura política, lo que no le preocupa. De hecho, a su equipo de trabajo le confesó que la acumulación de dirigentes políticos lo desveló durante su campaña electoral. Y que a raíz de ese equipo tan grande no pudo superar la interna con Bullrich.
Ante esta mirada retrospectiva, se sumó el triunfo de Javier Milei, que llegó a la Casa Rosada con un pequeño grupo de leales. El actual Jefe de Estado pateó el tablero y obligó al sistema político a repensar la relación con electorado. En ese punto, él (Larreta) tiene que mostrar su marca, que justamente es su nombre y su apellido, que además está vinculado al Gobierno porteño. Primero como mano derecha de Macri y luego como Jefe de Gobierno.
Por ahora, no se sabe cuál será la base política real sobre la que podría apoyar su candidatura. En primer término debe definirla y no hay plazo para hacerlo. Va a esperar a que se aquieten las aguas. Si el PRO hace alianzas con LLA y Macri no compite en estas Elecciones, Larreta va a salir a jugar.
La candidatura de Larreta
Desde hace mucho tiempo que Larreta está convencido que las Elecciones Legislativas tienen que servir para que cada actor político se posicione en el territorio, ordene la interna y fortalezca el Gobierno. Y que el lunes, luego de los comicios arrancará una nueva etapa, en la cuál la oposición, sin tomar al kirchnerismo harán los esfuerzos necesarios para lanzar un proyecto en el 2027.
Es por eso que tomo distancia del armado del centro, en el que convergen Juan Schiaretti, Martín Llaryora, Emilio Monzó, Nicolás Massot, Miguel Ángel Pichetto, Florencio Randazzo, Facundo Manes y Martín Lousteau. Un espacio, donde no hay límites claros, ni tampoco hay definiciones concretas.
En el entorno de Larreta indican que «en ningún momento estuvo cerca de este armado del centro», pero si conversa con Schiaretti y Monzó. De hecho, es uno de los pocos dirigentes que tiene línea directa con Elisa «Lilita» Carrió, que por ahora tampoco dio grandes definiciones sobre su futuro político.
Más allá de que no esta cerca de este espacio del centro no significa que no se pueda pactar una alianza. De hecho, una gran mayoría de ellos está trabajando en la provincia de Buenos Aires, lo que podría quitarle algunos puntos importantes a Axel Kicillof. El peronismo no kirchnerista debe encontrar una base electoral en la cuál apoyarse pensando en las Elecciones 2027.
Larreta ya inició de algún modo su campaña en algunos barrios porteños para palpar la realidad de los vecinos, los comerciantes y los trabajadores. Este termómetro le permite tener en claro cuáles son las necesidades que hay en la calle.
De hecho, sostiene que en esas recorridas que hace por las calles de la ciudad de Buenos Aires, una parte de la sociedad apoya las medidas de Milei, que brindaron estabilidad económica, pero la otra cara de la moneda es que mucha gente no está pudiendo llegar a fin de mes. Ese es un reclamo que no está permanente en la superficie, lo que le da cierto respiro al Gobierno libertario.
Por último, Larreta espera su turno. Aún no se sabe si llegará este año o si tendrá que esperar al 2027. Ya no depende de él, como sucedía antes. Para volver a recobrar el protagonismo debe saber bien donde pisar para no volverse a caer.