En su primer día de gestión, el mandatario recibió a su par cubano Miguel Díaz-Canel. Hablaron del vínculo entre ambos países y la necesidad de intercambio de remedios y alimentos. Luego viajó a La Plata para la asunción de Axel Kicillof .
Alberto Fernández tuvo su primera audiencia oficial en Casa Rosada con Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba. Sin embargo, desde el Gobierno le restaron simbolismo al encuentro. “Es el único presidente que pidió reunión y hoy mismo se va, no hay ninguna relevancia especial en el hecho de que haya sido la primera reunión oficial», dijeron muy cerca del Presidente.
En el Gobierno destacaron el buen diálogo que mantuvieron con Díaz-Canel durante más de una hora en el Salón Eva Perón, a pesar de que no funcionaba el aire acondicionado, y Fernández se quejó explícitamente al respecto en el breve diálogo que mantuvo con los periodistas.
Del encuentro participaron el canciller Felipe Solá, y la vicejefa de Gabinete Cecilia Todesca. Del lado cubano estuvo el ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Bruno Rodríguez Padilla.
“Durante el encuentro los jefes de Estado destacaron la importancia de incrementar el intercambio de remedios y alimentos, con especial énfasis en medicamentos genéricos destinados a los adultos mayores” de nuestro país, informó el Gobierno a través de un comunicado oficial.
Agregaron que “el Presidente subrayó el fortalecimiento del vínculo entre ambos países” y señaló que “vamos a avanzar en la cooperación mutua para robustecer el intercambio cultural y deportivo entre Argentina y Cuba». “Tenemos un compromiso de hermandad con Cuba”, reafirmó Fernández.
En relación al fideicomiso que Argentina tiene con Cuba, que será ampliado con esta gestión según lo que anticiparon en el equipo presidencial, informaron que fue firmado en junio de 2008 y continuó incluso durante la gestión de Mauricio Macri, cuando varios molinos harineros intentaron vender sus productos al país del Caribe. Se trata, ahora, de extenderlo en monto y muy probablemente permitirá que empresas alimenticias argentinas puedan hacer exportaciones bajo ese paraguas.
En rigor, el contrato de fideicomiso arrancó antes, en el 2005, que entonces fue presentado como “una nueva era en el terreno de la cooperación bilateral”, que facilitó el comercio entre ambos países con un monto limitado, que en ese momento fue de 200 millones de dólares anuales. Felisa Miceli era por entonces la ministra de Economía. Pero en el 2008 se involucró personalmente Cristina Fernández de Kirchner, que firmó en el Salón Blanco un contrato de Cooperación con autoridades políticas de ese país.
Además, destacaron el almuerzo que a las 14 Fernández concretará con el subsecretario interino de Asuntos Hemisféricos, Michael Kozak, el funcionario que se quedó a la jura presidencial cuando Mauricio Claver-Carone, el asesor de Donald Trump que sigue especialmente el vínculo con la región, se retiró anticipadamente para destacar el disgusto de la administración norteamericana con la presencia de Jorge Rodríguez, el funcionario de Nicolás Maduro que tiene captura internacional y es considerado un ideólogo del proceso de cubanización de ese régimen.