En la escuela de Moreno donde trabaja la maestra secuestrada y torturada no se realizan las ollas populares desde el jueves pasado por las intimidaciones recibidas.
«La comunidad de organizó y siguió dándole de comer a los chicos en un domicilio particular. Y ellos también sufrieron amenazas el miércoles», contó Leila Méndez, Directora del colegio.
«Ya tuvimos otras amenazas para darle de comer a los chicos y habíamos decidido suspender las ollas. De hecho desde el jueves pasado no la hacemos en el colegio si no en un domicilio particular», agregó.