Lo dijo el secretario de Turismo, Oscar Souto. Dice que casi no hay turistas y las reservas están por el piso. Reclama que la Provincia pida más vuelos.
“El miedo es que nos convirtamos en un pueblo fantasma”, dice en un tono desolador Agustín, a cargo de una empresa que ofrece servicios de excursiones en El Calafate. El hombre cuenta que en relación a la temporada pasada sólo vendieron el 5% de las excursiones. El boulevard siempre prolijo, ubicado en la avenida principal de El Calafate, da cuenta de la poca circulación de turistas. La ocupación hotelera, estiman desde el municipio local, no superará la primera quincena el 15-20%. No es la temporada que esperaban y los reclamos del intendente Javier Belloni (FpV) pero que fue contrincante de Alicia Kirchner, quedan expuestos. El secretario de Turismo de la villa turística, Oscar Souto, molesto con la administración provincial, dijo que de seguir así esta temporada será “un fiasco” por las restricciones extremas. La tensión con la gobernación está latente, mientras reclaman un respaldo al planteo central de contar con más vuelos a la localidad.
En septiembre inicia año tras año, la temporada más fuerte para El Calafate y sus alrededores. Es por excelencia, el polo turístico de Santa Cruz y contiene uno de los atractivos mundiales más hermosos: el Glaciar Perito Moreno. De allí se desprenden un conjunto de ofertas hacia los visitantes, que se posicionan entre las más buscadas, minitrekking sobre el ventisquero, los catamaranes que recorren los glaciares, las jornadas que incluyen una de las estancias más buscadas, “Cristina”, ubicada en el corazón del Parque Nacional, pero muchas de estas ofertas agonizan: pandemia y turismo, es una fórmula que aún no arroja saldo favorable en la tierra de glaciares.
La imagen se completa con locales comerciales en el centro de la localidad santacruceña, que cerraron definitivamente sus puertas. Los carteles con la leyenda “se alquila” comienzan a impactar a los vecinos. Muchos restoranes, directamente, decidieron no abrir durante esta temporada de verano, algo impensado años atrás. Los horarios de atención se restringieron aún más. La preocupación se percibe en los negocios, en los vecinos que saben que El Calafate tiene como ingreso primario el turismo, algo que la posicionó a nivel internacional hace décadas.
El ritmo de visitantes disminuyó. El centro conserva una tranquilidad, que algunos comerciantes comparan con la época invernal, que no es el fuerte de la villa turística “pero que sirve al menos, para cubrir gastos”, explicó el dueño de un local. El turismo internacional, propio de las restricciones impuestas por el Covid, ya no se observa en las arterias principales, ni en las excursiones que aún buscan mantener su oferta en pie. La pandemia golpeó con dureza al corazón turístico de Santa Cruz.
La situación es “calamitosa”, dijo el secretario de Turismo local, Oscar Souto, en diálogo con Clarín. Tiene los números presentes, no duda al momento de explicar con ellos la crítica situación de esta temporada de verano en la que se cuela indefectiblemente una rencilla política con historia: el intendente Javier Belloni (FpV) le disputó, gracias a la ley de lemas, la gobernación a Alicia Kirchner en las últimas elecciones, los separaron poco 3.905 votos. Pero al margen de una tensión que no desconocen fuentes del municipio calafatense, el reclamo coloca en el centro la situación de esta temporada turística.
Actualidad. Lucia Salinas, Clarín