El pasado fin de semana, varias estaciones de servicio de Shell dejaron de vender combustibles. Es que un incremento de los biocombustibles encendió las alarmas de las petroleras, que decidieron aumentar un 4,5% los combustibles. Es más, el incremento iba a aplicarse después de las PASO, pero se anticiparon.
Vale decir que, desde que comenzó este año los combustibles aumentaron un 40%. Recordemos que en enero, la nafta súper se expendía a $197 y hoy cuesta $274. Es más, el nuevo valor se está acercando a un dólar del dólar oficial.
Los primeros en aumentar los combustibles fueron Shell, Axion, Puma y ahora se plegó YPF. Recordemos que los incrementos se estaban haciendo a mediados de mes.
Por otro lado, desde las petroleras justifican el aumento de los combustibles por la crisis del abastecimiento de los biocombustibles, que están afrontando. Del mismo modo, con el Gobierno aún no cerraron un acuerdo para lo que resta del año. Es que la inflación viene siendo más alta de los pronósticos que brindó el Ejecutivo hacia fines del 2022.
Cabe destacar que los acuerdos entre el las petroleras y el Gobierno abarcaban hasta el 15 de agosto, dos días después de las PASO. El Ejecutivo busca extenderlo hasta fin de año, pero esto quedará sujeto al resultado de las Primarias y a la evolución de la economía.
En tanto, la secretaria de Comercio y las petroleras acordaron que los combustibles iban a estar dentro de «Precios Justos». El primer aumento se hizo en diciembre del año pasado y se extendió hasta marzo de este año, pero lo prorrogaron hasta el 15 de agosto. En esa oportunidad, los incrementos fueron en torno al 4% a excepción de marzo que fue de un 3%.
La evolución de la inflación
Posteriormente, vino la segunda etapa que comprendió de abril a agosto. Del mismo modo, los incrementos iban a estar alrededor del 4%, de acuerdo a lo que sostenían las empresas y el Gobierno. Pero esto fue cuando el Ejecutivo tenía las expectativas de que la inflación durante esos meses iba a ser del 4%. Es que luego de dos meses, el crecimiento del costo de vida fue casi el doble y las petroleras consideraron que se quedaron «cortos» con el incremento, por lo cuál decidieron aumentar los combustibles un 4,5%.
Por otro lado, las petroleras sostienen que hay un encarecimiento de los costos, específicamente los biocombustibles. Es que el pasado fin de semana, Shell experimentó un quiebre de stocks, es decir que no hubo expendio de combustibles. La empresa lo justificó a los estacioneros con que hubo dificultades en las importaciones y en el suministro de los biocombustibles.
Recordemos que el ministerio de Economía dispuso un nuevo «dólar agro» que comprende al maíz. Y los productores de ese cereal prefirieron no destinarlo para etanol de ese origen, dejando que las petroleras busquen el componente «bio» en el etanol de caña de azúcar afectado por la sequía. Es que las refinadoras de petróleo están obligadas a cortar el combustible con «bios» (hasta un 12), pero en esta oportunidad hubo menos disponibilidad.
Por su parte, los dueños de los surtidores dijeron que necesitaban un nuevo aumento para convalidar mayores precios de los «bios» que estaban comprando. Y esa decisión se está trasladando a los consumidores.
Del mismo modo, las petroleras indican que hay venta positiva de los combustibles, a excepción del gasoil afectado por la sequía. Los productores rurales que recurren mucho a este combustible demandaron un tercio menos que en años anteriores. Los altos niveles de actividad hacen que los analistas consideren que los combustibles son «baratos».
Por último, los combustibles están más bajas en dólares que en cualquier país limítrofe. De hecho, autos de Uruguay, Chile y Paraguay cruzan la frontera para llenar el tanque en nuestro país, ya que consideran que acá es más barato que en sus países.