El próximo 15 de mayo la ansiada segunda temporada de Dr. Death. La
serie de antología con una sombría primera temporada que narra los detalles de cómo el ex
neurocirujano estadounidense Christopher Duntschhirió, mutiló y asesinó pacientes, gracias a su
mala praxis y métodos poco convencionales, está de regreso con una nueva y oscura historia.
Inspirada en la temporada 3 del pod cast sobre crímenes reales de Wondery ,la segunda temporada
de Dr. Deathrelata la historia del médicoitaliano Paolo Macchiarini, interpretado por Edgar Ramírez
(The Bourne Ultimatum, The Girl on the Train), quien saltó a la fama después de realizar el primer
trasplante de órganos sintéticos del mundo. La emergente eminencia de lamedicinaverá
cuestionado su éxitoy apogeo a partir de revelaciones que pondrán en duda sus métodos y turbios
procedimientos médicos.
La narrativa de ocho episodios de la segunda temporada avanza y retrocede en el tiempo para
revelar cómo Macchiarini realizó cirugías experimentales en pacientes (la mayoría falleció tiempo
después) que no estaban basadas en la ciencia, engañó a la comunidad médica para que respaldara
sus fechorías y sedujo a su exprometida, la periodista de investigación Benita Alexander (Mandy
Moore),en una relación basada en una red de mentiras y engaños que no duraría mucho en Ser
descubierta.
Para conocer un poco más acerca de estos escalofriantes acontecimientos,estos son algunos
por menores detrás de la verdadera historia que inspiró la segunda entrega de Dr. Death:
¿Qué hizo Paolo Macchiarini?
De 2011 a 2014, Macchiarini implantó tráqueas sintéticas en la garganta de tres pacientes en el prestigioso Hospital Universitario Karolinska de Suecia. Las tráqueas artificiales fueron sembradas con células madre extraídas de la propia médula ósea de los pacientes, que según el profesional les permitirían funcionar como vías respiratorias vivas. Los tres pacientes murieron posteriormente por complicaciones que se cree que surgieron de las operaciones. En total, Macchiarini habría repetido este peligroso accionar, sin aval científico, en más de 20 pacientes de países originarios de países como España, Rusia, Islandia, Gran Bretaña y Estados Unidos.
El Dr. Paolo Macchiarini, alguna vez considerado un pionero en el campo de la medicina regenerativa, fue objeto de escrutinio por primera vez en 2013, cuando cuatro de sus colegas del Instituto Karolinska (Karl-Henrik Grinnemo, Matthias Corbascio, Thomas Fux y Oscar Simonson) comenzaron a expresar preocupaciones sobre su trabajo. Dr. Death incluye en la ficción a estos médicos como el Dr. Anders Svensson (Gustaf Hammarsten), la Dra. Ana Lasbrey (Ashley Madekwe) y el Dr. Nathan Gamelli (Luke Kirby).
«Vimos que a los pacientes que recibieron una tráquea artificial no les iba bien después del procedimiento, por lo que comenzamos a investigar si había estudios en animales u otros datos que respaldaran que los injertos funcionan en los pacientes», dijo Grinnemo a Retraction Watch en 2017. “Pero en cuanto empezamos a hacer preguntas a Paolo Macchiarini, su equipo empezó a actuar de forma extraña. Presentamos una denuncia para que Macchiarini dejara de realizar las operaciones, porque eran peligrosas y los pacientes sufrían mucho», completó el profesional en su testimonio.
Aunque hubo una investigación interna que encontró evidencia de mala conducta, los altos mandos de Karolinska inicialmente se pusieron del lado de su cirujano estrella y trataron de protegerlo, a expensas de los denunciantes. Pero después de que a principios de 2016 se emitiera un documental centrado en la controversia en la cadena nacional de radiodifusión pública de Suecia, el instituto ordenó una nueva investigación y Macchiarini fue apartado de su cargo.
¿Qué pasó con Paolo Macchiarini?
En 2022, Macchiarini fue juzgado en Suecia por «causar daños corporales» a los tres pacientes a los que realizó trasplantes de tráquea en Karolinska: Yesim Cetir, Christopher Lyles y Andemariam Beyene. Fue declarado culpable de un cargo y recibió una sentencia en suspenso.
De acuerdo a la información de los últimos años, pese al dictamen Macchiarini no ha cumplido su condena en prisión. Sin embargo, en junio de 2023, un tribunal de apelaciones sueco lo condenó a dos años y medio de prisión, señalando que los tres pacientes fallecidos «podrían haber vivido un período de tiempo no insignificante sin las intervenciones».
Macchiarini, que ha negado sistemáticamente haber actuado mal, apeló la condena ante el tribunal supremo de Suecia. Sin embargo, el tribunal declinó conocer el recurso y se espera que comience a cumplir su condena en España, donde reside actualmente.