La imagen -que parece un anillo de fuego- fue captada a 50 millones de años luz de distancia, en la galaxia M87. Los investigadores del proyecto Event Horizon Telescope hicieron la presentación simultáneamente este miércoles, en seis ciudades.
Una imagen captada a 50 millones de años luz de distancia, en la galaxia M87, es la primer fotografía que la Humanidad puede apreciar de un agujero negro, una entidad bautizada así por el físico John Wheeler para definir el portal a un mundo misterioso cuya gravitación es tan fuerte que retuerce la geometría del universo e impide la salida de todo, hasta de la luz.
“Uno no puede ver el agujero negro pero sí su sombra, que es cuando la luz desaparece detrás del ‘horizonte de sucesos’, la frontera que es el punto de no retorno”, explicaron, según La Nación, los investigadores del proyecto Event Horizon Telescope que hicieron, este miércoles, la presentación simultáneamente en seis ciudades.
Los agujeros negros son extremadamente problemáticos para los cosmólogos, porque en esas comarcas las leyes de la física se desvanecen. “La imagen que produjimos nos permite ver por primera vez en la realidad las predicciones de la teoría; y la coincidencia entre ambas es fascinante. Es un tesoro precioso: transformamos un concepto matemático en un objeto físico, algo que podemos testear, y medir y observar repetidamente. Es un primer paso fundamental en cualquier avance científico“, aseguraron los científicos.
Para lograr esta imagen se necesitaron decenas de miles de fotos producidas por radiotelescopios ubicados en todo el planeta. Los científicos se embarcaron en expediciones a lugares donde la atmósfera es fina y seca para realizar sus observaciones. La cantidad de información que recolectaron es tan gigantesca, que no pudieron enviarla por fibra óptica y tuvieron que almacenarla en discos duros, seis metros cúbicos de discos duros, y enviarlas por avión, esperando su llegada a veces durante meses por las dificultades que imponía el invierno polar. Una vez reunida, debieron evaluarla y ponerla en manos de varios equipos para chequearla.
Para tomar esta imagen hubiera sido necesario un telescopio del tamaño de la Tierra, y nada entre nosotros y el agujero negro. Pero como eso no era posible, se utilizó una red de radiotelescopios distribuidos a través del planeta que enfocaron el mismo punto simultáneamente. A ese conjunto se lo llamó el Event Horizon Telescope. Con hasta 10.000 km separando los más distantes, se obtuvo una resolución que permitiría ver desde Buenos Aires los hoyitos de una pelotita de golf en Tierra del Fuego, dijo a La Nación el físico Luis Lehner, argentino que trabaja en el Perimeter Institute, de Canadá, que participa del proyecto.