En Buenos Aires, llovió torrencialmente durante 4 horas. Además, se espera que las precipitaciones continúen.
Autoridades de la Confederación Sudamericana de Fútbol se hicieron presentes en la Bombonera para examinar el estado del campo de juego, tras lo cual decidieron que se juega la primera final entre Boca y River por la Copa Libertadores 2018.
En ese sentido, se supo que funcionó el sistema de drenaje del campo de juego funciona perfectamente, mientras los veedores recorrieron la cancha.
A las 7 de la mañana comenzó a llover de forma torrencial y sin parar hasta las 11.
En ese lapso, bastó para que se generen charcos en distintos sectores de la cancha. Si vuelve a llover, la situación podría complicarse y suspenderse en el caso de que se presente una tormenta eléctrica.
Antes, el intendente de la «Bombonera» fue optimista de cara al horario del partido y pidió que se «despreocupen», porque el campo de juego se encontraba «muy bien».