De acuerdo al último informe de la UCA, 17 millones de argentinos son pobres, y 8,5 millones son indigentes. Del mismo modo, señala que «sectores de la clase media integran una nueva capa de nuevos pobres».
Como se mencionó anteriormente, la UCA hizo un nuevo informe de la pobreza, y alertó que en los últimos 10 años la pobreza creció 15 puntos porcentuales. Del mismo modo, el relevamiento destaca que «una parte de la clase media integra una nueva capa de nuevos pobres».
Según el informe de la UCA, los «nuevos pobres» son clase trabajadora de los sectores medios y populares, como consecuencia de la crisis económica, laboral y la escalada inflacionaria. Asimismo, los «pobres estructurales logran protegerse reproduciendo una economía informal de subsistencia, que no lo saca de la pobreza, pero los alivia».
Del mismo modo, el informe subraya que si no fuese por la asistencia del Estado, la pobreza ascendería al 50% y la indigencia llegaría al 20%. En esa línea, precisó que el 40% de los hogares recibió algún tipo de asistencia.
Por su parte, destaca que «ni las políticas neoliberales, ni de asistencia, son suficientes si no se desarrolla un modelo productivo y social», y continuó: «con la capacidad de incluir en un mismo proyecto político-económico a los agentes productivos, a los sectores de trabajo y al Estado, integrado social y laboralmente a la política de los excluidos al modelo social».
«Cerca del 70% de la población estuvo afectada en al menos un derecho fundamental, ya sea acceso a la salud, a la alimentación, educación, vivienda, servicios públicos, trabajo y un hábitat saludable entre 2010 y 2022. Mientras que el 48% de las personas tuvieron dificultad en el acceso de al menos dos de estos derechos fundamentales y el 30% en tres o más».
En pocas palabras, cerca de 13 millones de argentinos sufren de una exclusión severa en acceso a bienes y servicios de inclusión social.
Inflación
Por su parte, el informe consideró que si «la Argentina logra bajar en un digito la inflación, la pobreza en Argentina podría bajar entre 10 y 15 puntos porcentuales». «El desequilibrio no pasa por la suba de los precios, sino por la falta de empleo, el deterioro de los ya existentes y la caída del salario».
El informe aclara que la inflación es un fenómeno sin techo desde el 2018 en los sectores micro informales y de la economía social, su empobrecimiento es previo y data del 2012.
Población económicamente activa
«La participación de la suma del desempleo y las subocupaciones inestables vienen subiendo casi ininterrumpidamente, alcanzando este año al 32% de la población económicamente activa».
«Sumando los trabajos precarizados (28%), la suma de los problemas de empleo alcanza al 60% de la fuerza de trabajo, equivalente a 12 millones de trabajadores». «Sólo el 40% de la población económicamente activa cuenta con un trabajo decente o digno, ya sea a través de un empleo asalariado o no».
De la misma manera, el informe indica que «en los hogares pobres, menos de 2 de cada 10 trabajadores logran acceder a un empleo pleno, mientras que, en los hogares no pobres, aunque en descenso, más de 5 de cada 10 trabajadores lo logra».
El impacto de la pandemia
Por otro lado, la pandemia hizo estragos en la pobreza. «La pobreza de los trabajadores se instaló en un nuevo nivel estructural que fue del 29,8%».
«Una particularidad del ciclo económico actual (pospandemia) es que coexiste un importante crecimiento del empleo, pero no se recuperan los ingresos laborales».