Es dificil disociar la imagen de un empresario de la gèlida geografìa financiera; sin embargo està surgiendo una nueva estirpe que parece imponer otra tendencia: la inversiòn de tiempo y recursos en la felicidad del otro, en generar una sonrisa allì donde se asome una làgrima y obtener a cambio ese pedacito de cielo que se crea cada vez que alguien encuentra una esperanza.
Tanto es asì que podemos verlos participando en una maratòn o colaborando con comedores o refugios de animales sin otra publicidad que el boca en boca, que esa inasible pero intensa satisfacciòn de haber ayudado a quienes màs lo necesitan.

En nuestro paìs son una nueva clase de lideres donde el èxito en los negocios se amalgama con una labor social que otrora realizaba el Estado y que actualmente existe gracias a cientos de manos privadas, invisibles, y que sin embargo, dìa a dìa, cambian el destino de muchas personas.
En la maratòn 10 k por la ciudad realizada en la ciudad de Buenos Aires, entrevistamos a Macarena Bordato, empresaria y madre de familia muy vinculada con el deporte y la ayuda social; y aunque ella eluda hablar del tema, las referencias de sus pasos tienen replicas en la gratitud de muchas miradas inocentes que a travès de su empresa ayuda de manera tenaz.
Nos pide brevedad en la nota. Percibimos en su mirada a una mujer de fuerte temperamento y el perfil de aquellas personas que no callan ante una injusticia.
Periodista: Un honor conocerla, Macarena, antes que nada podrìa contarnos cuàl es el motivo por el que un empresario destina recursos y tiempo a èste tipo de actividades?
Macarena Bordato: Es simple: las cosas màs importantes de la vida no se compran con dinero. El amor, la salud de nuestros hijos, una sonrisa, esa caricia al alma que implica hacer posible el deseo de alguien que lo cree inalcanzable o participar junto a otros cientos en una carrera, no por ganar, sino por ser parte de un conjunto de personas que corren para torcer un destino que a menudo se revela hasta hacernos creer que la felicidad es una utopìa. En èste caso, ademàs, lo hacemos para recaudar fondos para Unicef y para mì es un honor participar.
Periodista: Cuàl es su anàlisis del evento? Macarena Bordato: La maratòn fue una experiencia hermosa. Me sumè para disfrutar del dìa, compartir con otros corredores y seguir desafiàndome a mì misma” Comentò la empresaria que, aunque no formò parte de los primeros puestos, la dejò plenamente satisfecha por el esfuerzo realizado.
El evento fue organizado por el municipio para recaudar fondos con fines sociales. No se convocaron a atletas profesionales sino a gente con ganas de sumar su esfuerzo para el beneficio de otros que acaso jamàs conozcan.

Periodista: Pero… como conviven los negocios y actos como èste donde no hay rèdito econòmico en recursos y tiempo invertido? Preguntamos, intentando hallar lògica en algo que parece no tenerla.
Macarena Bordato: Voy a contestar con una frase de Richard Matheson, guionista de Màs allà de los Sueños: “A veces cuando pierdes…ganas” Macarena terminò la carrera y a su alrededor podìa percibirse una energìa diferente. Cada uno de los maratonistas ya no era aquèl que comenzò la carrera, un imperceptible cambio habìa comenzado.
El evento fue un èxito y se superò la recaudaciòn de fondos que UNICEF habìa proyectado. Miles de niños tuvieron ùtiles, libros y guardapolvos nuevos para asistir al colegio; otros miles, ropa nueva y un plato de comida en la mesa.

Pensamos en la frase de Macarena Bordato: “ A veces cuando pierdes…ganas” Y pudimos entender finalmente su lògica, cuyo sentido cobra un valor infinito solo a travès del amor.