Este martes 29 de noviembre se realizó un abrazo simbólico en la escuela número 9 «Genaro Berón de Astrada» ubicada en Palermo, Caba. La actividad se realizó como medida de reclamo ante el robo y destrozos que sufrió la institución.
En un comunicado las familias afectadas explicaron que el lunes 28 de noviembre que al llegar a la escuela se encontraron con un panorama horrible. “La cocina violentada, el gas abierto, alcohol derramado en los pisos”. Eso encontró el personal de maestranza, que también descubrió que faltaban todos los cartones de leche para el desayuno y la ropa de trabajo del personal de la cocina.
Además, recorrieron la escuela y el panorama no era el mejor: el aula de informática con los vidrios rotos, los carritos que contienen las netbooks vacíos, las puertas de séptimo y de plástica abiertos, las cosas de chicas y chicos de séptimo tiradas y revueltas. “En definitiva, la escuela tiene varios destrozos, faltan 150 netbooks, hay roturas de vidrios, llaves de luz, cerraduras, además de lo que se rompió y falta de la cocina”, aseguraron.
El abrazo simbólico a la escuela de Palermo
Con carteles de «No a los robos» y «No a la violencia», estudiantes, familias, docentes y directivos de la escuela número 9 «Genaro Berón de Astrada», del barrio porteño de Palermo, realizaron este martes a la mañana un abrazo simbólico al establecimiento para denunciar reiterados casos de destrozos y sustracción de materiales que vienen sufriendo.
Integrantes de la comunidad educativa cantaron el himno nacional y dieron la vuelta a la escuela acompañados con aplausos.
Por su parte la directora del colegio, Cecilia Narone, remarcó que a primera hora del lunes, cuando ingresó el personal del turno mañana, «encontró la escuela violentada y con algunas pertenencias que no estaban». La directora indicó que «se robaron 185 computadoras, rompieron vidrios de la sala de medios donde hacemos informática y audiovisuales. Por suerte no estaban las cámaras que usan para hacer filmaciones los chicos».
Además, en un robo anterior ya habían violentado la puerta y se habían llevado las cámaras. «Esta vez rompieron cosas, trabajos de los chicos, libros. El señor de cocina encontró que habían dejado abierta la llave de gas y dejaron alcohol. Esto lo está investigando la policía científica», detalló la docente.