Maureen Birmingham elogió las medidas que está tomando el Gobierno y adelantó que se enviarán más equipos. Cree que una vacuna contra el virus llevará no menos de 12 a 18 meses en ponerse en práctica.
La representante en el país de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Maureen Birmingham, expresó hoy que “la Argentina se está adaptando muy bien a las recomendaciones mundiales para la contención de la pandemia del coronavirus” y ratificó que su organismo está enviando al país un nuevo paquete de ayuda de equipamiento para enfrentar el virus.
Birmingham está trabajando estrechamente con el gobierno argentino para asesorar en todo el proceso de mitigación del coronavirus y elogió las medidas adoptadas hasta ahora. Pero también admitió que “cualquier medida de distanciamiento social que se aplique más fuerte seguramente logre un mejor impacto para frenar el virus”. Esto implicaría extremar las medidas hacia una cuarentena obligatoria como lo hicieron algunos países. Pero esta doctora norteamericana de la Universidad de Illinois con una Maestría en Salud Pública en la Universidad de Harvard no quiere intervenir en las decisiones de la Argentina ya que cree que “cada país debe evaluar los efectos socioeconómicos y los beneficios para frenar el contagio”.
No sólo esto. Birmingham destacó las medidas de aislamiento que hicieron en China y Corea del Sur con resultados positivos para aplanar la curva de ascenso de contagiados de coronavirus.
En diálogo con Infobae, la representante de la OMS en la Argentina mostró cierta cautela sobre los efectos inmediatos que podría arrojar una vacuna contra el coronavirus. “El desarrollo de una vacuna debe cumplir pasos estrictos de sanidad mundial. No se pueden saltar pasos para la aplicación de una vacuna. Se puede acelerar el tiempo pero no saltar fases. Va a ser un largo camino. Esto puede llevar entre 12 y 18 meses. Eso es si todo va bien”, dijo.
—¿Cree que las medidas que tomó el gobierno argentino para frenar el virus son las correctas?
—Creo que Argentina se está adaptando a las recomendaciones de la OMS en varios sentidos. En primer lugar, en el eje de la columna vertebral para la contención de la pandemia que es la detección y el aislamiento de las personas. Esto está haciéndolo de manera muy alerta. Luego está el rol del ciudadano que debe seguir las recomendaciones de la OMS para evitar todo lo posible el contagio. Es importante cuidarse entre nosotros. Limpiarse, lavar los ambientes y evitar el mayor contacto. El virus no dura mucho en un ambiente, pero si alguien lo toca se contagia. Por eso las medidas más difíciles de tomar son las restricciones de esparcimiento social por su impacto económico. Pero son importantes para aplanar el pico de contagio del virus. Es importante cerrar lugares públicos para evitar contagios. Hay que aplicar estas medidas y evitar también los efectos colaterales de este tipo de medidas. Hay que seguir ajustando estas cosas y aprender de cada país y otras experiencias. Esto es muy difícil. Es importante seguir ajustando medidas para evitar efectos colaterales. Esto se debe tomar pronto y no esperar que el país esté colapsado. Hay una ventana de oportunidades hoy para enfrentar este desafío. Se debe pensar mucho en estas medidas y en el efecto que tienen en las poblaciones de mayor vulnerabilidad. Por eso creo que esto es lo que está haciendo bien el Gobierno. Todo esto es nuevo y no es fácil de manejar. Todos los días se aprende algo nuevo.
—¿Pero piensa que el Gobierno debería decretar una cuarentena obligatoria?
—Esa es una decisión del Gobierno. Ellos saben mejor lo que deben definir. Cada país evalúa los efectos socioeconómicos y los beneficios para frenar el contagio.
—Le pregunto en función de su experiencia y teniendo en cuenta el nivel de infectados que hay hoy en la Argentina si se podría frenar con una cuarentena obligatoria.
—Cualquier distanciamiento social que se aplique más fuerte seguramente logre un mejor impacto para frenar el virus. Pero no hay evidencias concretas de esto. Hay que balancear un tema teórico de un impacto socioeconómico real. Hay que ser solidarios también con nuestras decisiones.
—¿Cree que Argentina está capacitada en su infraestructura sanitaria para enfrentar esta pandemia?
—No tengo los datos precisos. Pero la desde OMS hemos compartido capacitaciones y estamos viendo qué sucede en otros países. Debemos coordinar el trabajo entre hospitales para lograr contención. Hay lecciones aprendidas de China, como establecer un área grande para accionar rápidamente en la atención de las personas afectadas. Establecer nuevos espacios de atención. Es que siempre hay un 80% de las personas afectadas que tienen cuadros leves y solo un 20% en situación más severa que necesitará mayores atenciones. Eso hay que evaluarlo.
—Por eso le pregunto…
—Es una preocupación para todos los países la capacidad hospitalaria. Por la cantidad de equipos, de personal. En muchos países esta es una preocupación. La otra medida para frenar este virus es hacer más fuerte el distanciamiento social para aplanar las curvas. Estas son las palancas que tenemos para atacar el virus. Establecer una coordinación de centros sanitarios y a la vez tomar medidas de aislamiento. En todo el mundo hay escasez de equipamiento. Es importante aplanar la curva de ascenso de contagiados. En China y Corea del Sur el aislamiento ha llevado a un resultado positivo.
—¿Qué significa que en un futuro en Argentina podría haber casos autóctonos de coronavirus?
—Hay tres etapas: un caso aislado importado, un grupo conexo a los importados y la tercera etapa es alguien de la comunidad o autóctono. No se puede hacer mucho más que aislamiento social y detección. No hay vacunas ni otras herramientas aún. Estamos aprendiendo de otros países. Es posible contener el virus. Mire lo que fue China hace un mes. Ahora está contenido. En Corea del Sur lo mismo. Se puede aplanar la curva de ascenso con aislamientos.
—¿Qué información tiene la OMS de la vacuna que está desarrollando China?
—Hay esfuerzos en varios institutos, en varios países. No sólo en China. Pero no se pueden saltar pasos para la aplicación de una vacuna. Se puede acelerar el tiempo pero no saltar fases. Va a ser un largo camino. Esto puede llevar entre 12 y 18 meses. Eso es si todo va bien. Así como frenar el virus puede ayudar a esto. Estamos comprando tiempo al aplanar el aumento del virus para que mientras tanto se logre detectar una vacuna o un tratamiento.
—¿Qué recomienda la OMS en este caso de pandemia para el accionar de los medios de comunicación?
—Esa es una excelente pregunta. Ustedes tienen un rol primordial porque hay mucha desinformación. Ustedes tienen mucha responsabilidad. Aquí veo mucha responsabilidad. Su rol puede salvar vidas si se informa bien sobre cómo prevenir. Es bueno por ejemplo aclarar que un barbijo no te va a salvar de un contagio. Es la limpieza de manos la que te va a proteger. Hay que conservar los barbijos para los trabajadores de la salud para que puedan trabajar de manera segura. El barbijo para la población común no es indispensable. Es necesario el barbijo para el personal de salud y para los infectados. Es importante también llamar a los centros de salud ante síntomas y no acudir de inmediato a un centro de salud para no colapsar esos lugares.
—¿Habrá alguna ayuda financiera o de equipamiento a la Argentina de parte de la OMS?
—En este momento la OMS está trabajando en aporte de insumos como reactivos y capacitación al laboratorio Malbrán. Estamos ahora en fase de expansión en el país de entrega de kits de reactivos, el apoyo psicosocial. Hay una donación prevista de reactivos de parte de la OMS. En cuanto a los insumos de laboratorio hasta el presente, continúan los envíos desde las oficinas regionales de la OMS y los centros mundiales. La OMS ha enviado 250.000 pruebas a 159 laboratorios en todas las regiones de la OMS, a fin de aumentar la capacidad de realizar las pruebas y asegurar que los pacientes puedan ser diagnosticados rápidamente. Desde el comienzo del brote, la OMS ha enviado más de 584.000 mascarillas quirúrgicas, 47.000 mascarillas N95, 620.000 guantes, 72.000 batas y 11.000 gafas protectoras a 57 países. La OMS también ha enviado pruebas de laboratorio a más de 120 países para facilitar las pruebas de diagnóstico de la COVID-19. Hay previsto enviar más ayuda. También estamos en contacto diario con el Gobierno y con varios sectores. Desde el Ministerio de Salud, hasta Defensa, Seguridad o Educación. Tenemos contactos con varias provincias.
—¿Observa como positiva la cuarentena obligatoria que se decidió en algunas provincias?
—No puedo opinar sobre eso. Hay que pensar en los efectos y beneficios. Se deben evaluar todos los factores locales y cada gobernador debe saber eso. Es importante el aislamiento social, pero las medidas que toma cada autoridad corresponden a una decisión sobre la que no podemos opinar.
—¿Cree que la comunicación del Gobierno sobre el avance de la pandemia es buena?
—A mi juicio creo que sí. Hay un gran esfuerzo en ser transparentes. Hay que tener en claro que hay muchas cosas que no sabemos de este virus. Pienso que el Gobierno está haciendo un gran esfuerzo en comunicar en forma transparente y clara al más alto nivel.
—Le pregunto esto porque al no haber kits reactivos suficientes en los hospitales podría haber más casos de los que realmente se informan…
—Es verdad que ello pueda ocurrir. Así pasó en muchos países. Por eso es importante contar con la mayor cantidad de kits de reactivos. Hasta ahora no hay confirmación oficial de lo que se sabe. Pero si fuera algo muy grande de expansión de contagios, ya habríamos visto. Si viéramos casos extendidos se pueden detectar, y no estamos viendo esa señal.