La educación, sin dudas, fue de las áreas que más desafíos ha presentado durante esta época de pandemia. Profesores, estudiantes y padres han tenido una gran tarea de aprendizaje con las clases a distancia, mediadas por la tecnología.
La reapertura progresiva de comercios e industrias, es el gran paso que ha logrado Mendoza en esta cuarta fase de la cuarentena, y si bien la provincia va por buen camino, hay mucha cautela al analizar una próxima etapa.
El director general de Escuelas de Mendoza, José Thomas, habló sobre la «nueva normalidad» que se estudia y aseguró que «cerca del receso invernal (el 6 de julio inicia) vamos a poder tomar decisiones para la segunda mitad del año».
Hablar hoy del regreso a clases, destacó que es algo «apresurado» y que esa vuelta, seguramente no será tal como la imaginamos. «Estamos pensando distintos protocolos, llegado lo que yo llamaría, un refuerzo presencial a las trayectorias educativa más débiles».
«Los primeros en regresar, de alguna forma, van a ser las escuelas albergue, algunas escuelas rurales, por dos motivos: primero por la lejanía y una cuestión epidemiológica que es más fácil y segundo, porque son las trayectorias educativas más complejas, más difíciles de mantener en la virtualidad», indicó sobre una eventual vuelta a clases, siempre reforzando que sería luego de las vacaciones de invierno.
Destacó que «no estamos en un momento de la curva en el que estemos seguros de que se va a ir para abajo o se va a mantener estable».
Hay que «intentar dar pasos firmes para no tener que retroceder demasiado», explicó y finalizó diciendo que «vamos a ser cautos y tenemos el foco en ayudar a las trayectorias más débiles. Es algo en lo que estamos trabajando desde que empezó y lo vamos a tener presente también en el momento del regreso a las aulas».