Hoy por la mañana la cúpula de la CGT se anotició que el Gobierno de Javier Milei redactó una reforma laboral mucho más dura que los borradores que circularon previamente. En ese punto, los líderes sindicales señalaron que se preparan para enfrentar este proyecto. Mientras que el representante sindical en el Consejo de Mayo, Gerardo Martínez se ausentó en la última reunión de hoy en Casa Rosada.
De por sí, los ánimos entre el Gobierno y la Confederación General del Trabajo (CGT) están caldeados, a raíz de la reforma laboral que impulsa el Ejecutivo, y que los referentes gremiales argumentan que atentan contra los trabajadores. Es más, el representante sindical en el Consejo de Mayo, Gerardo Martínez se ausentó en el último encuentro del año que se desarrolló en Casa de Gobierno, y este jueves el Consejo Directivo cegetista convocó a una reunión para «analizar un plan de acción».
La postura de los referentes de la central obrera se endureció hoy, luego de que el sector más duro del Gobierno libertario ganó la pulseada y logró imponerse en los cambios de la reforma laboral, restituyendo el proyecto oficial que limita la cuota solidaria, afectando el financiamiento de los sindicatos.
Pero, desde Casa Rosada indicaron lo contrario, ya que una alta fuente gubernamental afirmó a Infobae que el artículo que más rechaza el movimiento obrero no está en este proyecto y «quedará para más adelante». «Se va a incluir lo relativo a la generación de empleo», adjuntó.
Sin embargo, la CGT ya inició conversaciones para avanzar hacia un plan de lucha, a partir de la convicción de que «ganó Sturzenegger, que es la voz ideológica antisindical dentro del Gobierno», afirmó un referente de la central obrera. Pero, de la misma manera, admitió que «ahora queda intentar el diálogo con el ala política del Ejecutivo».
«Las charlas se iniciaron con Santiago Caputo y seguiremos explorando con el otro sector de los ‘Karina Boys'», señaló un gremialista consultado, en referencia al contacto que inició Gerardo Martínez, con el asesor «estrella» del Ejecutivo, y posteriormente con el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y el subsecretario de Gestión Institucional de la secretaria General de la Presidencia, Eduardo «Lule» Menem.
Los artículos polémicos de la reforma laboral
Según lo que adelantó Infobae, hace 72 horas, el Gobierno de Javier Milei eliminó varios artículos polémicos de esta reforma labora para intentar acercarse a la CGT. Pero ese fin de semana hubo negociaciones a contrarreloj, además de presiones internas que hicieron que se restituyera uno de esos polémicos artículos, que es la eliminación de la cuota solidaria, que en pocas palabras, significa el financiamiento de los gremios.
Ayer por la tarde, este tema continuaba discutiéndose entre los líderes libertarios, pero creció la incertidumbres porque el proyecto de reforma laboral se iba a tratar hoy en el Consejo de Mayo, luego se iba a presentar en sociedad y por último se enviaría al Congreso para que se trata en Sesiones Extraordinarias.
Pero hoy por la mañana apareció el primer síntoma de malestar del movimiento obrero, ya que Gerardo Martínez no fue a la última reunión del año del Consejo de Mayo, que estaba pautada para las 13:30 horas en Casa de Gobierno, que fue encabezada por el Jefe de Gabinete, Manuel Adorni.
Hay que decir que, el líder de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), Gerardo Martínez participó de la reunión del Consejo de Mayo del pasado 26 de noviembre, y ahí él (Martínez) ya sabía que la reforma laboral iba a ser mucho más dura que los borradores que circularon previamente. «Nosotros hablamos de una modernización laboral que atienda sin perder derechos», sostuvo Martínez a los periodistas acreditados en Casa Rosada. Y frente a la consulta acerca de si su pedido estaba contemplado en el borrador oficial, fue tajante: «ya lo veremos».
La última versión de la reforma laboral
Del mismo modo, el pasado viernes se conoció la última versión de la reforma laboral, y allí no estaban algunos puntos que rechazaba el movimiento obrero, como la limitación de la cuota solidaria que pone en jaque el financiamiento de los sindicatos, y además era una propuesta que defendía Sturzenegger.
Como se dijo previamente, las cuotas solidarias son el financiamiento de los gremios, mediante los descuentos compulsivos a todos los trabajadores de una actividad, ya sean afiliados o no, de una suma pactada con los empresarios, dentro de los convenios colectivos de trabajo. Y en ese sentido, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger lo calificó como «peajes sindicales», y por eso justificó la incorporación de un artículo similar al del DNU 70, que condicionaba el pago de esos aportes al consentimiento explícito de los trabajadores, algo que rechazaba el movimiento obrero, ya que complicaría el pago de esos ítems a los gremios.
Sin embargo, mientras que se avanzaba en la versión oficial de la reforma laboral, Sturzenegger nuevamente arremetió contra las cuotas solidarias, y tuvo el visto bueno, entre otros, de la Senadora Patricia Bullrich, que es el alfil de Javier Milei en la Cámara Alta.
Muchos del Gobierno de Javier Milei argumentan que hay que pacificar el frente gremial, y otros en cambio, creen que aunque se acepte el pedido de la central obrera, tampoco habrá un apoyo explícito a la reforma laboral.
Las cuotas solidarias
Por el momento, según lo que anticipó Infobae, por más que se elimine la cuota solidaria, quedaría un impedimento en la reforma laboral para que el descuento de las cuotas solidarias lo recaude el sector del empleador. Y es que la Ley actual indica que «los empleadores estarán obligados a actuar como ‘agentes de retención’ de los importes que, en concepto de cuotas afiliación u otros aportes deban tributar los trabajadores a las asociaciones sindicales de trabajadores con personería gremial». Pero ahora se restringió ese ítem a «las cuotas de afiliación», y se dispuso: «siempre que media conformidad expresa del trabajador y acuerdo entre las partes». Lo que significa que los empleadores no estarán obligados a retener las cuotas solidarias para girárselas a los gremios.
Por otro lado, también se modificó en favor de la central obrera en la última versión de la reforma laboral y podría quedar intacto es el que establece la prelación del convenio por empresa en relación al convenio por actividad: Se adjuntó que deberán ser negociados y firmados por el gremios con personería, algo que saca de esta instancia a las comisiones internas y respeta la incidencia exclusiva del tradicional unicato gremial.
Por último, la expectativa esta puesta en la difusión oficial de esta reforma laboral, para determinar qué quedó y qué no en relación al texto que tranquilizó a la central obrera. De todos modos, tras recibir versiones inquietantes al respecto, la conducción de la central obrera avanza en un plan de lucha.



