El cantante de rock deberá realizar un curso de género así como dos recitales acústicos a beneficio de asociaciones que defienden los derechos de las mujeres.
El fallo fue dado a conocer el lunes pasado con la firma del juez Germán Castelli, quien resolvió hacer lugar a la suspensión del juicio por el plazo de un año y seis meses, pedido por la defensa del imputado, y le agregó, a su vez, durante ese tiempo el cumplimiento de una serie de obligaciones al artista.
Cordera deberá “fijar domicilio y someterse al control de la Dirección de Control y Asistencia de Ejecución Penal”, que podrá hacer en el consulado argentino en Uruguay, donde vive actualmente, y “abstenerse de hacer declaraciones públicas que promuevan, naturalicen o legitimen la violencia sexual contra las mujeres o que configuren violencia simbólica”.
También deberá realizar el curso de capacitación “Taller de Conversaciones sobre Género y Cultura”, parte del programa “Talleres de Probation en el marco de la Justicia Restaurativa”, dictado por el Ministerio de Justicia.
Una vez terminado ese taller, deberá grabar una retractación y pedido de disculpas en formato audio-video, para publicar en sus redes sociales, y en los medios de comunicación, previa divulgación a través del Centro de Información Judicial (CIJ).
Asimismo, tendrá que brindar dos recitales acústicos, uno a beneficio de la Asociación Civil Red Viva y otro de las asociaciones o fundaciones que indique el Instituto Nacional de las Mujeres, cuyos costos quedarán a cargo del imputado.
El procesamiento y el pedido de juicio por “incitación a la violencia colectiva” se inició hace dos años y medio cuando Cordera dijo que “hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo porque son histéricas y sienten culpa por no poder tener sexo libremente”, en un auditorio, frente a alumnos del terciario TEA Arte.