El papa Francisco recordó el 50 aniversario de la llegada del hombre a la Luna y pidió que la humanidad se lance a buscar retos y objetivos mayores.
“Que la memoria de ese gran paso para la humanidad encienda el deseo de progresar juntos hacia metas aún mayores: más dignidad para los débiles, más justicia entre los pueblos, más futuro para nuestra casa común”, señaló Francisco, durante el rezo del ángelus, e instó a los fieles a encontrar espacio diario para el silencio y luego “regresar con más eficacia a las tareas cotidianas” al tiempo que subrayó que la “sabiduría del corazón reside en saber combinar la contemplación y la acción”.
Francisco recordó las cualidades de Marta y María de las que dijo que “nos muestran el camino” y agregó: “Si queremos disfrutar de la vida con alegría, debemos asociar estas dos actitudes: por un lado, el estar de pie a los pies de Jesús, escucharlo mientras nos revela el secreto de todo; por otro lado, estar atentos y preparados para la hospitalidad, cuando Él pase y llame a nuestra puerta, con la cara de un amigo que necesita un momento de refrigerio y fraternidad”.
En referencia a María, el Papa instó a los fieles a que, como en ella, “no debe haber ninguna ocupación o preocupación que pueda alejarnos del Maestro Divino”.
Así invitó a los peregrinos a “tomar un descanso durante el día para estar en silencio y dejar espacio para el Señor y encontrar el coraje para luego regresar, con más serenidad y eficacia, a las tareas cotidianas”.
“No se dejen llevar por las cosas del hacer; escuchen primero la voz del Señor, para que todo funcione bien”.
Hablando sobre Marta, la otra hermana de Lázaro, el Papa comentó que también “compartimos la preocupación de Santa Marta y, en su ejemplo, nos proponemos asegurarnos de que, en nuestras familias y en nuestras comunidades, vivamos el sentido de aceptación, de la fraternidad, para que todos puedan sentirse como en casa, especialmente los pequeños y los pobres”.