Una intensa ola de frío polar afecta a gran parte del país, dejando a 16 provincias bajo alerta amarilla según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Las bajas temperaturas, previstas durante todo el fin de semana, podrían combinarse con precipitaciones, generando un escenario climático adverso en amplias regiones del territorio.
Temperaturas extremas y alertas activas
El SMN indicó que se esperan temperaturas mínimas inferiores a las habituales para esta época del año, acompañadas de fuertes vientos que intensificarán la sensación térmica. Las provincias más afectadas incluyen, entre otras, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, La Pampa, Mendoza y Río Negro.
Ante esta situación, se recomienda a la población extremar los cuidados para evitar problemas de salud relacionados con la hipotermia. La alerta amarilla implica un nivel de riesgo moderado, indicando la necesidad de estar atentos a las recomendaciones de las autoridades locales y tomar medidas para protegerse del frío. Se aconseja el uso de ropa de abrigo, la ingesta de líquidos calientes y la evitación de la exposición prolongada al aire libre, especialmente para personas vulnerables como niños, adultos mayores y enfermos crónicos.
Lluvias: un factor de riesgo adicional
El pronóstico también anticipa la posibilidad de lluvias, en varias de las regiones afectadas. Esta combinación de frío extremo y precipitaciones podría derivar en la formación de hielo sobre calzadas y veredas, lo cual representa un riesgo significativo para el tránsito vehicular y peatonal. En zonas urbanas con drenaje deficiente, el exceso de agua podría provocar anegamientos o inundaciones. Es por esto que Protección Civil se encuentran en estado de alerta monitoreando la situación de cerca, preparados para actuar en caso de ser necesario.
Impactos sociales y económicos
La ola de frío polar no solo afecta la salud pública, sino que también tiene implicaciones económicas y sociales. El sector agropecuario podría sufrir daños significativos si las bajas temperaturas y las lluvias afectan los cultivos y el ganado, mientras que la demanda de energía para calefacción podría tensionar el sistema eléctrico. Por otra parte, la disminución de la actividad económica debido a las condiciones climáticas adversas puede impactar negativamente en el empleo y la economía en general. Es crucial que la población esté informada sobre la situación y que se tomen medidas de prevención para mitigar los potenciales impactos negativos de esta ola de frío polar.