Graciela Morisi, ex Directora del Materno-Infantil municipal de la localidad de Leones, habló con este medio sobre su experiencia en la institución. También contó acerca del reencuentro que tuvo con uno de sus ex alumnos, tras más de cuatro décadas.
Las guarderías municipales o comedores infantiles son esos lugares en donde reina la contención y el amor. Los papás que trabajan o que no pueden darles de comer a sus hijos los llevan allí para conseguir un apoyo. Es por eso que las “seños” pasan a ocupar el lugar de “mamá” por unas horas para enseñarles a los pequeños valores fundamentales para la vida.
“Teniendo esos pilares y conociendo el afecto desde ese lugar, porque desde otros lugares no había, te hacen ser una mejor persona”, le dijo emocionado miguel a Graciela quien fue la Directora del comedor infantil Municipal Santa luisa de Marillac por el cual él pasó hace más de 40 años.
Graciela Morisi de la ciudad de Leones, más conocida como Chela, fue la Directora del actual Materno-infantil y antiguo comedor infantil Municipal Santa Luisa de Marillac, ubicado sobre la ruta 9, en un rincón de la escuela Domingo Faustino Sarmiento de Leones. Al mismo asistían 80 niños de todas las edades, desde jardín hasta séptimo grado.
Luego de 44 años, la ex Directora se reencontró con Miguel, quien asistió al comedor entre los 3 y 7 años.
“Cuando Miguel dejó de ir al comedor lo perdí porque se fue a vivir a otro lado y nunca más supe de su vida. Siempre me pregunté que será de su vida”, comentó Graciela y añadió:
“Miguel a mí me marcó muy fuerte, por muchas cosas que le pasaron en la vida. Tuvo una infancia revolcada”, puntualizó.
La ex Directora destacó que el encuentro con su ex alumno “fue fabuloso”. Además dijo que miguel prometió volver con su familia a visitarla.
Graciela comenzó a trabajar en el comedor en diciembre de 1981. Al año siguiente fue nombrada Directora. Luego de 9 años, empezó a funcionar el paicor, un programa social de asistencia alimentaria para niños y jóvenes carenciados que forman parte de establecimientos educativos. Por lo tanto, el comedor se trasladó al hogar del niño María Luisa de Marillac, que se situaba en la calle Alberdi del Barrio Sur. El mismo tenía niños entre 3 y 10 años de edad, que llegaban por diversas cuestiones sociales o económicas.
En 2018 ese hogar cerró sus puertas. Entonces se abrió el Materno-Infantil que lleva el mismo nombre y que se encuentra en la vieja escuela William H. Partridge. En la actualidad allí reciben a bebés desde los 4 meses hasta niños de 3 años.
Para Graciela “la guardería significó gran parte de su vida”. Durante 34 años trabajó allí y guarda en su corazón los mejores recuerdos de todos sus alumnos.
“Por ahí no recuerdo los nombres de todos mis alumnos, pero de cada uno tengo guardada una historia”, concluyó.